El fantasma que apoya las ideas de Javier Milei cobró vida. La «Agrupación de Pymes, emprendedores y productores para el crecimiento argentino», autodenominada PEP, tuvo su bautismo en el Congreso (y también en vida real). Es que uno de los únicos dos representantes autopercibidos como integrantes del «Comité» empresarial fue hasta el plenario de Diputados para defender el DNU desregulador de la economía y el proyecto de Ley Ómnibus -que no pone casi ningún límite a las importaciones- en pos de un presunto beneficio para las PyMEs. Y lo hizo de una forma que no sorprendió a nadie: en apenas cuatro minutos de locución no dio ni un pronóstico sino que solo se dedicó a gritar y pelearse con diputados.

A las 12.18, el presidente del plenario -el oficialista Gabriel Bornorini- habilitó el micrófono de Rodolfo Llanos, uno de los invitados del Gobierno para que exponer en la reunión de comisiones. El dirigente, que se arroga ser el líder de la PEP, tomó aire y empezó la alocución contando su historia personal. Pero ni bien pasaron sesenta segundos, cambió el eje de su relato para dar una clase de enojo, slogans y acusaciones sin sentido

Tal como se observa en el video, durante 180 segundos Llanos grita pegado al micrófono, culpa a los diputados por la pobreza estructural del país y con un frase como muletilla: «es hora de poner de pie a este país», repitió. Pero en ningún momento dio cifras, pronósticos o reflexiones sobre la normativa. Ni siquiera nombró la palabra «empresa», «pyme» o cualquier otro sinónimo durante su discurso.

«Hablan de la pobreza, mientras ustedes comen medialunas», balbuceaba Llanos cuando desde la propia presidencia del Plenario le insistieron que cese con sus insultos. El representante del Comité fantasma desoyó la recomendación, al redoblar la apuesta pero fue frenado en seco por la radical Carla Carrizo. «Hay que poner un poco de orden, porque nosotros nos gritamos ni nos descalificamos. Una cosa es tener posiciones políticas y otras faltarnos el respeto», dijo, mientras pedía a La Libertad Avanza que se haga cargo de su invitado.

Para completar la escena rocambolezca, Llanos ni siquiera atinó a terminar su exposición. Con el micrófono cerrado se paró de su silla, le gritó a diputados peronistas y mientras un puñado de legisladores de ultraderecha aplaudían, su visitante estelar se puso cara a cara con Gerardo Martínez, jefe de bancada de Unión por la Patria, incitándolo a pelear. 

De liderar el comité fantasma a la contracción del 24E

Llanos es un firme representante de la «Agrupación de pymes, emprendedores y productores para el crecimiento argentino». En principio porque comparte con Gustavo Lazzari -un empresario ultraliberal que, además de manejar una fábrica de chacinados dedica su tiempo libre a vomitar su odio en redes sociales- la singularidad de ser las únicas dos caras visibles de una agrupación que se arropa representar a un millar de PyMES. 

También la improvisación es un rasgo que comparte con la PEP. Porque mientras Llanos no hizo otra cosa que gritar en el Congreso, la organización tiene varias irregularidades, desde abrir su página web y cuenta de redes minutos antes de que el propio Gobierno destacara -en un comunicado oficial- la labor de esta Agrupación; la confección de un extraño formulario que, apenas con responder tres preguntas de forma online hace que formes parte de la organización; hasta un copio y pego literal (sin modificar una coma) de su contenido en la web con los considerandos de Milei a la hora de firmar el DNU.

Y mientras que en el Congreso aún resuenan sus gritos e insultos, Llanos ya tiene su próximo objetivo, hecho a imagen y semejanza de los intereses del Gobierno nacional. Se trata de un «cacerolazo» a la CGT, el mismo día en el que la central obrera decidió hacer un paro general contra el Ejecutivo. Una iniciativa que ya fue difundida por el universo de influencers con terminales en la Casa Rosada.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/704343-el-fantasma-cobro-vida-en-el-congreso