Los jefes de las diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, y Rusia, Serguei Lavrov, tuvieron la primera reunión a alto nivel para normalizar las relaciones bilaterales y asentar las bases para negociar el fin de la guerra en Ucrania .

Este encuentro de Rubio y Lavrov en el Palacio de Conferencias de Diriya, en el noroeste de la capital de Arabia Saudita, es el primer encuentro de esta envergadura entre ambos países desde que Moscú lanzó su ofensiva contra Ucrania, el 24 de febrero de 2022.

La delegación estadounidense está integrada por Rubio, junto al enviado especial de EEUU para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz. Por la parte rusa, la delegación está integrada por Lavrov, junto al asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, y el director del Fondo de Inversiones Directas, Kiril Dmítriev.

Dmítriev dijo antes del inicio de la reunión que Moscú espera “un diálogo positivo” hoy con los interlocutores estadounidenses. “Esperamos que la posición de Rusia se escuche muy claramente y que el diálogo continúe”, agregó.

El Gobierno saudí subrayó en un comunicado que Arabia Saudí “acoge hoy en Riad conversaciones entre la Federación de Rusia y EEUU, como parte de los esfuerzos del Reino para mejorar la seguridad y la paz en el mundo”.

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Se trata del primer encuentro “cara a cara” entre un ministro de Exteriores ruso y un secretario de Estado de EE. UU. desde la que Lavrov mantuvo con Antony Blinken en enero de 2022, un mes antes del inicio de la guerra en Ucrania.

El inicio de las negociaciones entre Washington y Moscú se produce un día antes de una visita que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tiene previsto realizar mañana miércoles a Arabia Saudí, en el contexto de una gira que inició el lunes en Emiratos Árabes Unidos, y que le llevará también a Turquía. 

La delegación estadounidense está integrada por Rubio, junto al enviado especial de EEUU para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz. Por la parte rusa, la delegación está integrada por Lavrov, junto al asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, y el director del Fondo de Inversiones Directas, Kiril Dmítriev.

Zelenski adelantó que su viaje no tenía nada que ver con las negociaciones ruso-estadounidenses, que se debía a una invitación cursada por Riad para tratar las relaciones bilaterales, y que Ucrania no reconocerá ningún resultado fruto de dicho encuentro sobre la guerra de Rusia en su país.

La delegación estadounidense está integrada por Rubio, junto al enviado especial de EEUU para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz. Por la parte rusa, la delegación está integrada por Lavrov, junto al asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, y el director del Fondo de Inversiones Directas, Kiril Dmítriev.

La Unión Europea no formó parte de la negociación y cuando se enteró de la reunión en Riad convocó a una reunión de urgencia en Paris en donde ratificó su compromiso con Ucrania y aseguró que Rusia es una amenaza para la seguridad internacional. 

Meloni con Emmanuel Macron.

Según medios europeos, los gobiernos no lograron encontrar una posición común sobre el posible envío de tropas de paz a Ucrania, una medida defendida por Macron.

Después de más de tres horas de reunión, los jefes de gobierno de Francia, Italia, Alemania, España, Reino Unido, Dinamarca, Polonia y Países Bajos -en presencia de representantes de la UE y la OTAN- solo pudieron acordar principios generales, como la necesidad de coordinarse con Estados Unidos, garantizar una paz justa y proteger a Ucrania.

Macron gestionó una llamada de veinte minutos con Donald Trump, una señal de voluntad de cooperación. Pero esto no fue suficiente. El primero en salir de la reunión fue el canciller alemán, Olaf Scholz, quien reafirmó la necesidad de que Europa y Estados Unidos actúen siempre juntos para garantizar la seguridad de todos.

Scholz insistió particularmente en el aumento del financiamiento europeo para la seguridad, aceptando incluso superar las rígidas reglas presupuestarias de Alemania. Sin embargo, el tema que más dividió a los participantes fue el posible envío de tropas a Ucrania. Scholz, quien encabeza el bloque de líderes que rechazan rotundamente la idea, se mostró visiblemente molesto: “Creo que es completamente prematuro hablar de esto ahora. De hecho, me irrita un poco este debate”.

“Quiero dejarlo claro: aquí se está discutiendo sobre la cabeza de los ucranianos unas negociaciones de paz que aún no han tenido lugar, en las que Ucrania no ha dicho que sí y ni siquiera se ha sentado en la mesa”, afirmó. 

Quiero dejarlo claro: aquí se está discutiendo sobre la cabeza de los ucranianos unas negociaciones de paz que aún no han tenido lugar, en las que Ucrania no ha dicho que sí y ni siquiera se ha sentado en la mes

Por su parte, Giorgia Meloni, quien llegó una hora tarde al encuentro, también expresó dudas sobre el formato reducido de la reunión, que excluyó a países bálticos y nórdicos, los más expuestos a una posible expansión del conflicto. La primera ministra italiana dejó claro que no se puede construir un bloque anti-Trump ni elegir una estrategia contraria a Estados Unidos en un claro alineamiento con el líder republicano.

Según su visión, la opción de enviar tropas europeas “es la más compleja y la menos eficaz”, especialmente sin garantías de seguridad para Kiev. En su lugar, Meloni instó a explorar otras vías y a trabajar junto con Washington, ya que “la seguridad común se basa en el marco euroatlántico”. 

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El primer ministro polaco, Donald Tusk, reconoció que las relaciones entre Europa y Estados Unidos han entrado en “una nueva fase” y señaló que todos los participantes del encuentro lo han aceptado. Sin embargo, Varsovia y Madrid mostraron su reticencia ante la idea de desplegar tropas en Ucrania. En contraste, el primer ministro británico, Keir Starmer, sí está abierto a esa posibilidad. Starmer visitará Washington la próxima semana para reunirse con Trump y espera desempeñar el papel de mediador entre Europa y Estados Unidos.

La ausencia de un documento final -algo planeado por París para evitar fracturas irreparables- dificulta comprender qué temas quedaron fuera por falta de consenso y cuáles podrían servir de base para futuras negociaciones. Al salir del Elíseo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfatizó: “Ucrania merece la paz desde una posición de fuerza. Una paz que respete su independencia, soberanía e integridad territorial, con fuertes garantías de seguridad. Europa asume plenamente su papel en la asistencia militar a Ucrania”.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com