Desde Quito
Ecuador define este domingo su futuro político pero no sus problemas estructurales, contaminado por índices de violencia que lo ubican casi al tope de los países de América del Sur. Luisa González, abogada, asambleísta, ex funcionaria del gobierno de Rafael Correa, intentará recuperarlo para Revolución Ciudadana. Daniel Noboa, empresario, hijo de un multimillonario que quiso cinco veces ser presidente antes que él, representante de las élites de este país, procurará llegar también al poder. Son los emergentes de una primera vuelta dominada por el asesinato de Fernando Villavicencio, el periodista y candidato que mató un grupo de sicarios el 9 de agosto. La consecuencia inmediata de ese crimen se percibió en una campaña de candidatos vestidos con chalecos antibalas y custodiados por grandes operativos de seguridad. Esa sola imagen pinta el clima de época que vive esta nación andina donde 13,4 millones de habitantes están en condiciones de votar al sucesor/a de Guillermo Lasso, el ex banquero de mandato inconcluso. Un mandato que completará el correismo o la derecha por un período acotado de apenas un año y medio entre el 25 de noviembre de este año y el 24 de mayo de 2025. Un proceso que se abre con esa peculiaridad y donde la vencedora o el vencedor gobernarán menos de la mitad de un mandato ordinario.
Megaoperativo de seguridad
Cien mil efectivos custodiarán la jornada electoral que además no ofrece certezas sobre el desenlace, más allá de cómo se reacomodaron las fuerzas que respaldan a González y Noboa para esta segunda vuelta. La candidata había sacado el 33,61 por ciento en la primera vuelta y su rival el 23,47. Por estas horas, varias encuestas los dan casi a la par en la intención de voto y con un porcentaje demasiado alto de indecisos, sobre todo en el segmento más joven del electorado.
La referente de Revolución Ciudadana, la mujer que hoy condensa el proceso de aquella idea fuerza del Socialismo del Siglo XXI, tiene 45 años y una trayectoria muy cercana a Correa, el expresidente que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017. Todos los cambios politicos – de avances en materia educativa, por ejemplo- que se habían impulsado durante ese período se dilapidaron durante el mandato de Lenin Moreno, que de vicepresidente por dos períodos del Mashi (compañero en quechua) Rafael, pasó sin escalas a la traición política durante su gobierno. Hoy es un hombre con serios problemas de salud y demandado por la Justicia.
Noboa tiene 35 años y si gana – debería hacerlo con el indispensable respaldo de otras fuerzas de derecha perdedoras en las elecciones de agosto – se transformaría en el presidente más joven de la historia democrática ecuatoriana. Su padre, Álvaro, dueño de un holding diversificado pero cuyo origen fue la exportación de bananas, en cinco oportunidades quiso ser presidente y perdió en todas las elecciones en que se presentó.
En Ecuador el sufragio es obligatorio para los ciudadanos que van desde los 18 años a los 64 y optativo para quienes tienen de 16 a 17 y llegan o superan los 65 años. Las multas son muy rigurosas por no votar, ya que si no se presenta el comprobante de haber participado en la elección en cualquier trámite en dependencias públicas, no se puede gestionar la documentación que requiera el infractor. También las sanciones alcanzan a las autoridades de mesa que no cumplan con su obligación o abandonen las juntas receptoras de votos. Incluso, las multas son más altas si no hacen un curso de capacitación electoral. Cualquier ciudadano de a pie, aunque esté lejos o demasiado alejado de su lugar de residencia, debe volver hacia allí, ya que no hay descargo posible para la ausencia salvo en casos muy específicos. No sucede como en la Argentina donde un porteño o cordobés ubicado a más de 500 kilómetros de su ciudad de residencia, puede justificarse. Los comicios se abrirán aquí a las 7 de la mañana y cerrarán a las 17 (las 19 de nuestro país).
Silencio electoral
El silencio electoral y la ley seca que dominaron las horas posteriores a los cierres de campaña, profundizaron cierta sensación de apatía en la población en general. El Centro Nacional Electoral dispuso que los votantes podrán participar con las cédulas de identidad o el pasaporte. El desarrollo de los comicios será seguido por unos doscientos observadores internacionales de distintas organizaciones. Los resultados se conocerán hacia las 20 (las 22 de nuestro país) y González los recibirá en esta capital, donde Revolución Ciudadana tiene su bunker, muy próximo a la sede de la Asamblea Nacional. Tanto ella como Noboa cesaron sus mandatos cuando Lasso apeló al recurso de la llamada muerte cruzada mediante un decreto. González integraba la de Comisión de Salud y el Comité de Ética y su rival fue presidente de la Comisión de Desarrollo Económico.
Esta capital que se va sumergiendo en el invierno, con dias que empiezan soleados y aguaceros que caen por las tardes, ya quedó sujeta a las consecuencias de la corriente del Niño. Las cuatro estaciones no existen. No hay otoño ni primavera. Quito, como el resto del Ecuador, busca salir de un frenesí de violencia que sitúa al país a ciertos niveles de marginalidad y violencia incontrolables para el Estado. Este cronista los sufrió en un bulevard entre el centro histórico y la gigantesca Virgen del Panecillo, después de una recorrida que había comenzado con el retiro de la credencial para cubrir las elecciones. Pero esa es otra historia.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/598392-ecuador-vota-en-medio-de-un-clima-de-violencia