El peronismo activó la máquina y ya se puso en modo electoral. Luego del renunciamiento público de CFK a su candidatura y el cimbronazo que eso significó en la política, hubo y hay una serie de movimientos en el justicialismo para intentar reorganizarse. Esta semana no solo se llevó a cabo una reunión de gobernadores con la CGT, sino que también ayer se reunieron los intendentes peronistas del conurbano bonaerense en Cañuelas. A la vez, ellos están organizando para la próxima semana otra mesa que reunirá a la Federación Argentina de Municipios con los gobernadores de la Liga. El presidente Alberto Fernández, mientras tanto, también hizo un pronunciamiento en modo de campaña. Dijo que se iba a poner «al frente para que, en diciembre del próximo año, el presidente o la presidenta que asuma sea una de nosotros«. Eso le valió críticas de sectores que se identifican más con la vicepresidenta, que opinaron que esa declaración fue a destiempo. «Ahora corremos el riesgo de que después de no haber tenido la mesa que era necesario que el Presidente convoque en su momento, tengamos una proliferación de mesas. El acto de Fernández no aportó nada», opinaron.

La cena en Cañuelas

La reunión de Cañuelas es parte de los encuentros que los intendentes del conurbano vienen teniendo en los últimos meses cada 15 días. Lo cierto es que esta reunión fue especial porque tuvo el objetivo central de, además de hablar de la gestión, «generar un reordenamiento luego del anuncio de CFK». A diferencia del anterior, que organizó Mario Secco en Ensenada, a esta cena no asistió la vicepresidenta, que aún se encuentra en recuperación tras el cuadro de covid. 

En territorio bonaerense hay ciertas tensiones que giran, sobre todo, alrededor de qué hará el gobernador Axel Kicillof el año siguiente. Una de las opciones es que él pueda llegar a ser uno de los candidatos a Presidente y eso inquieta en La Plata porque los planes del gobernador son seguir en la provincia y presentarse para la reelección. Varios intendentes lo apoyan en ese objetivo, pero otros también están tentados con la posibilidad de que Kicillof vaya a Nación y ellos tener chances para competir por el puesto de gobernador. Todo eso flotó en el ambiente durante el mitín de ayer por la noche del que, al cierre de esta edición, no se conocieron más detalles porque se extendió por largas horas.

Las palabras del Presidente y «las mesas políticas»

Si bien el Presidente dijo en un acto por sus tres años de gestión que él garantiza que se va a poner al frente del peronismo (ver aparte), lo cierto es que hasta ahora no se encargó de convocar la mesa política que le venían reclamando desde diversos sectores del espacio. En el acto no estuvo la vicepresidenta –que sí había estado cuando el gobierno cumplió dos años y lo festejó junto a Lula da Silva y el expresidente de Uruguay Pepe Mujica– ni hubo referentes del kirchnerismo. Tampoco compartirán juntos un acto el lunes, como estaba previsto porque la actividad del grupo de Puebla fue reprogramada para marzo.

Según expresaron sectores que no se sienten tan cercanos a la vicepresidenta en este momento hay acuerdo entre «los distintos actores del peronismo» para que «esta vez la discusión acerca del armado electoral del año que viene sea más horizontal», y no haya «una elección del candidato a dedo». En esa línea fue la reunión de gobernadores y de la CGT de esta semana y también iría el encuentro con los intendentes. Sin embargo, un participante de ese debate explicó a este diario que la reunión entre la CGT y la Liga de Gobernadores es algo «incipiente», y que será necesario «darle continuidad y fortalecerlo sumando más espacios y más gobernadores»

Según lo que vienen conversando en el fuero privado esos sectores, «la única forma de rearmarse es buscando espacios de confluencia y de debate político», que, dicen, no venían teniendo lugar en el FdT. Sin embargo, voces del sindicalismo reflexionaron en diálogo con este diario que «si esto se tironea de un lado y del otro y se usa para seguir profundizando la división, no va a servir para nada». 

Desde esos espacios lejanos al kirchnerismo no confían en los dichos de la vicepresidenta y creen que ella puede llegar a ser candidata. «Dice eso, pero siempre suele dar golpes de timón», opinaron. De todos modos, reconocen que CFK «te guste o no te guste» tiene un enorme peso político y que «tiene armada una estructura muy fuerte en Provincia de Buenos Aires». «Vamos a ver qué papel quiere jugar CFK en este armado, si realmente quiere convocar a la mesa. Lo que estamos armando es para decir: estamos presentes, no queremos que todo se resuelva por el dedo otra vez porque sino no avanzamos», remarcaron.

Otros sectores, también ligados al sindicalismo, pero que se sienten más cercanos a la vicepresidenta hacen una lectura completamente distinta. Para ellos «la sensación es que no han entendido el mensaje de CFK. Piensan que se jubiló y tratan de ocupar espacios con una filantropía impostada diciendo que se van a hacer cargo porque ella ya cargó mucho peso, pero en realidad quieren correrla del escenario y del lugar central que ocupa en el FDT». Para ellos la discusión no tiene que estar centrada en el armado de las listas sino en base a «qué proyecto es el que a partir de ahora vamos a llevar adelante y le vamos a ir a proponer a nuestro pueblo para que nos vote».

A esos espacios les molestó el mensaje del Presidente porque sintieron que fue «un acto de campaña cuando estamos transitando un momento muy difícil para los trabajadores». Además, sintieron como un fracaso el anuncio posterior de un bono, en lugar del de una suma fija, como venían reclamando. Lo cierto es que tampoco a los más cercanos a Fernández les cayó bien el anuncio. «Al final con Victoria Tolosa Paz, Sergio Massa y Alberto Fernández los últimos siguen siendo los últimos», dijo a este diario Gildo Onorato, referente de Movimiento Evita luego del anuncio, que incluyó dos bonos de 6750 pesos para los trabajadores que cobran el Potenciar Trabajo.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/508040-cumbre-de-intendentes-peronistas-y-criticas-del-kirchnerismo