19 de junio de 2025
Desde la Secretaría de Salud del Partido de La Costa, se informa a la comunidad sobre las recomendaciones de la médica dermatóloga Dra. Yael Silvina Borojovich (MP 113655), quien atiende en el distrito y trabaja en la prevención y tratamiento de afecciones cutáneas.
En esta oportunidad, la especialista alerta sobre los riesgos del uso frecuente de lámparas de secado para uñas, una práctica estética cada vez más común que, si no se realiza con las precauciones necesarias, puede tener consecuencias perjudiciales para la salud de la piel.
Actualmente, existen dos tipos principales de lámparas para el secado de esmaltes: las de luz ultravioleta (UV) y las de luz LED. Las primeras, más antiguas, emiten radiaciones similares a las utilizadas en las camas solares, cuya exposición acumulada se ha comprobado como potencialmente cancerígena. Por su parte, aunque las lámparas LED no se consideran peligrosas en sí mismas, y algunas incluso tienen efectos antiinflamatorios, es importante saber que ciertos modelos también emiten luz UV, lo que implica los mismos riesgos que las lámparas tradicionales.
Según estudios desarrollados por el CONICET, incluso exposiciones breves, como los cuatro minutos promedio que tarda en secarse un esmalte, pueden alterar enzimas clave de la piel, como la tirosinasa, responsable de la producción de melanina, el pigmento que protege frente a la radiación solar. Esta exposición acumulativa puede provocar daño celular, envejecimiento prematuro, alergias, hipersensibilidad, irritaciones y, en casos más graves, aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Entre los efectos más comunes del uso reiterado de estas lámparas se encuentran irritaciones alrededor de las uñas, debilitamiento, quiebre e incluso desprendimiento de las uñas. Además, la exposición repetida a la luz UV puede dañar las células de la piel, generando manchas, arrugas y otros signos de envejecimiento prematuro en las manos.
Frente a esta situación, la Dra. Borojovich sugiere una serie de medidas preventivas para minimizar los riesgos:
• Aplicar protector solar FPS 50 en las manos antes de usar la lámpara.
• Usar guantes con protección UV, dejando al descubierto solo las uñas.
• Elegir esmaltes tradicionales de secado rápido o al aire, que no requieran lámpara.
• Incorporar el uso regular de cremas hidratantes y aceites nutritivos para cuidar la piel y fortalecer las uñas.
• Consultar en los salones qué tipo de lámpara utilizan y priorizar aquellas que funcionen exclusivamente con tecnología LED que no emita luz UV.
Verse bien no debería poner en riesgo la salud. Ante cualquier duda, se recomienda realizar una consulta médica especializada.
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