18 de mayo de 2023

El pasado martes 16 de mayo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner irrumpió en la escena al publicar en sus redes una carta, generando todo tipo de opinión por parte de los medios, pero dejando de lado un análisis integral del contenido de la misma.
“Cristina se corrió y se agudiza la crisis política en el gobierno” reza la tapa de Clarín, “Cristina Kirchner ratificó que no será candidata” expone por su parte página 12, y es que no hay medio de comunicación que no ponga el foco en su decisión de no presentarse cómo candidata.
Pero les tengo una novedad, y es que no hay novedad, la actual Vicepresidenta nos adelantó su ausencia en las próximas elecciones desde diciembre del año pasado y en reiteradas ocasiones. También resaltan en medios de ambos lados de la llamada “grieta” lo que consideran una suerte de crítica a Alberto Fernández por su trato con el FMI y una comparación con el expresidente Mauricio Macri.
Y un último punto que se destaca es sobre la proscripción de CFK, que propios consideran determinante y para ajenos es inexistente. ¿Es esto verdaderamente lo que intenta transmitir Cristina?
Si volvemos a la fuente y leemos con ojo crítico está carta, no nos queda otra opción que comprender que los tres puntos resaltados anteriormente son meramente anecdóticos en un desarrollo que va mucho más allá y pretende pintar el panorama social, político y económico del país en su conjunto.
Sobre su compañero de fórmula, simplemente señala la imagen negativa que se le genera a partir del trato con el FMI, y es que acordando con el Fondo solo podemos perder, como lo hizo Mauricio Macri en el 2019; y como lo hacemos todos los argentinos desde que el ex mandatario decidió darle la bienvenida nuevamente, sometiendonos económicamente a intereses extranjeros y a sus demandas y limitaciones sobre nuestros recursos, que no hacen más que profundizar la inflación y la pobreza que se genera a partir de ella.
Cuando habla de la proscripcion, puntualiza que no es dirigida hacia su persona sino a todo el peronismo. Describe la escalada de violencia que se genera en la sociedad desde los medios hegemónicos, con su acompañamiento en el ataque hacia su figura y que se manifiesta en marchas de grupos reaccionarios financiados por poderes económicos cercanos a Mauricio Macri; todo esto sumado a una evidente persecución judicial minuciosamente atada al calendario electoral, exponen mecanismos que ponen en peligro el correcto funcionamiento de la democracia.
Y es este el punto que recorre todo el escrito, con motivo del 40 aniversario de la democracia ininterrumpida en nuestro país, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner nos presenta su mayor temor. Los grandes grupos económicos, los medios hegemónicos de comunicación y la Corte Suprema que funcionan como fuerza de trabajo para un espacio político atentan contra el sistema democrático, dejando en un segundo plano la voluntad del pueblo y el bienestar general en pos de sus propios intereses.
A partir de este análisis podemos inferir que no se corre de la candidatura por miedo a perder, como se atreven a decir algunos medios opositores, sino para evitarle problemas a su espacio en una campaña en donde la justicia demostró no dudar a la hora de entrometerse.