Lo peritos caligráficos Guillermo y Gaston Latour, titulares del estudio que hizo el peritaje privado sobre las fotocopias de los cuadernos supuestamente escritos por el chofer Oscar Centeno, ratificaron en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi que hicieron el análisis pedido por uno de los imputados, el empresario Armando Loson, y en tres cuadernos encontraron 1600 irregularidades. El peritaje del estudio Latour fue muy limitado porque trabajar sobre fotocopias impide establecer, por ejemplo, la antigüedad del papel o si en distintos tramos se usó tinta diferente y cuándo se escribió una parte del texto y cuándo otra. Sin embargo, sólo en base a las fotocopias, los peritos dictaminaron que hay palabras escritas de cuatro maneras distintas, que hay letras de al menos dos personas diferentes, tachaduras, uso de líquido corrector y reemplazo del nombre Marcelo (falso) por el de Armando (verdadero), es decir que alguien hizo alteraciones seguramente después de una revisión. Ahora el juez ordenó un peritaje oficial, pero ya sobre los originales de los cuadernos 4, 7 y 8.
Los Latour, padre e hijo, fueron convocados por el juez para certificar que ellos hicieron el trabajo pericial privado. Fue una medida en el marco de una causa iniciada por denuncia de Loson, asistido por su abogado Carlos Vela. Esa es la razón por la que se peritaron sólo los tramos de las fotocopias de los cuadernos referidos a Loson. Es decir que los especialistas encontraron nada menos que 1600 irregularidades en una parte muy limitada de las fotocopias de los cuadernos. Ahora los integrantes del estudio Latour confirmaron ante la Justicia sus conclusiones.
Como informó Página/12, Martínez de Giorgi ordenó un peritaje oficial que, en principio, también será únicamente sobre las referencias a Loson, por cuanto éste es el denunciante. Pero será sobre los originales. El magistrado tiene que decidir ahora quién hace el estudio oficial. Quienes conocen el mundo de la caligrafía afirman que las posibilidades son tres:
* La de mayores chances es el Cuerpo de Calígrafos del Poder Judicial, que maneja la Corte Suprema.
* La Policía Científica de la Policía Federal Argentina, de muchísima experiencia y prestigio internacional.
* La Gendarmería Nacional.
En los tres ámbitos hay acceso a cromatógrafos y a los recursos químicos que se necesitan para establecer la antigüedad tanto del papel como de la tinta. Un punto clave es que el juez pidió un escrito indubitable de Centeno, es decir alguna carta o formulario anterior a la aparición de los cuadernos, con lo que el peritaje podrá señalar si la letra es o no de Centeno.
Hay varias sospechas que es necesario abordar. Por ejemplo, que en verdad los cuadernos no fueron escritos cuando Centeno era chofer e iba de una empresa a otra. La hipótesis es que tomó notas y los cuadernos se redactaron mucho después, cuando ya se pensó en utilizarlos para la denuncia judicial. Hay otra cuestión que parece verificarse: en los primeros cuadernos se anotaban sólo los viajes a tal o cual dirección, pero no se mencionaban ni montos ni personas. Hay un cambio total de estilo e información a partir del cuarto cuaderno. Está claro también que hay letra de más de una persona.
Todos esos elementos podrían explicarse en el peritaje oficial, aunque por supuesto el mayor interrogante es qué ocurrió con los cuadernos. El chofer Centeno dijo primero que los tenía en su casa. Tras el allanamiento, se rectificó y afirmó que los había quemado en la parrilla del fondo, con un amigo como testigo: Miguel Córdoba. Finalmente, en 2019, en una jugada oscura, el periodista de La Nación Diego Cabot dijo que un desconocido le entregó una bolsa con seis de los ocho cuadernos. Intactos. Para terminar de redondear la confusión, ahora Centeno pidió ver los cuadernos para establecer si son los que escribió y si él les hizo las correcciones.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/427929-causa-de-los-cuadernos-los-peritos-caligrafos-ratificaron-an