Este lunes 2 de enero comenzó el juicio oral por el crimen de Fernando Báez Sosa, con la presencia de los ocho rugbiers acusados de asesinar a golpes al joven de 18 años, a la salida del boliche Le Brique en la ciudad de Villa Gesell, en enero de 2020. Esa noche, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi, tuvieron distintos grados de responsabilidad en los hechos.
Las audiencias comenzaron este lunes por la mañana y se desarrollarán hasta el 31 de enero, aunque existe la posibilidad de que se extiendan aún más, por la gran cantidad de testigos que podrían presentarse a declarar. Allí, los ocho imputados —que en el momento de los hechos tenían entre 18 y 20 años— brindarán su versión de los hechos. Hasta ahora, esto es lo que se sabe.
Máximo Thomsen
Es el más comprometido a raíz de las pericias, donde se lo señala como quien le dio la patada mortal a Fernando que le provocó «un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo de cráneo”. Además, la víctima tenía marcada la zapatilla del rugbier en su rostro y el calzado del acusado, la sangre de Báez Sosa.
Un testigo lo señaló como “el sujeto que le propinó patadas en el rostro cuando estaba de rodillas en el piso”, y que además gritó “a este me lo voy a llevar de trofeo”. Vivía en Zárate y estudiaba Educación Física. Es hijo de la exsecretaria de Obras Públicas del municipio de Zárate, la arquitecta Rosalía Zárate.
Ciro Pertossi
Es otro de los acusados a los que la Justicia atribuye mayor responsabilidad en el crimen, ya que fue reconocido por al menos tres testigos «como el sujeto que le pegó a Fernando cuando ya estaba en el piso, en su cabeza, cara, y pecho». Es hermano de Luciano Pertossi y primo de Lucas Pertossi, también implicados en el crimen.
La fiscal lo considera coautor del homicidio, en tanto partícipe de la pelea. Incluso, en uno de los videos de las cámaras de seguridad, se lo ve lamiéndose los dedos para limpiarse la sangre de la víctima. Además, casi una hora y media después del ataque escribió en el grupo de Whatsapp: «Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie».
Lucas Pertossi
Es el mayor del grupo. La fiscalía determinó que registró el ataque con su iPhone. Mientras se reía, filmó desde que fueron expulsados del boliche hasta el momento en que comenzó a agredir a un amigo de Fernando. Diez minutos después, envió un audio diciendo: «Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó». Es primo de Luciano y Ciro Pertossi. Horas más tarde, fue a comer a McDonald’s como si nada hubiera pasado, junto a Thomsen.
Luciano Pertossi
Fue reconocido por testigos como uno de los «agresores de Fernando«. En las filmaciones quedó registrado que participó de la golpiza a Fernando. Es hermano de Ciro Pertossi y primo de Lucas. Fue uno de los últimos en llegar a la pelea.
Matías Benicelli
Después del ataque grupal, los victimarios fueron a la casa donde se hospedaban en Villa Gesell. Cuando arribó la policía al domicilio, a las 10.30, fue Benicelli quien abrió la puerta. Un testigo lo ubicó como «agresor directo» de Fernando, al menos otro lo situó «agrediendo también a un amigo» y un restante lo identificó como quien le gritaba a Fernando «a ver si volvés a pegar, negro de mierda». Además, las pericias constataron que tenía sangre de la víctima en su camisa.
Enzo Comelli
Fue uno de los primeros en golpear a Báez Sosa. Al ser detenido presentaba un «hematoma sobre el labio inferior» y, según la fiscalía, «premeditadamente» agredió a Fernando «junto con los restantes imputados, previo repartirse roles para agredir físicamente a la víctima y posteriormente matarla». La fiscalía estableció que fue quien «le propina en la secuencia fílmica golpes a otros sujetos masculinos que se encuentran en el piso y luego observa de cerca la golpiza que recibe la víctima».
Blas Cinalli
También golpeó a “unos sujetos que se encontraban en el piso”, de acuerdo a lo expresado en el requerimiento para la elevación a juicio. En las pericias se confirmó que debajo de la uña del dedo meñique de Fernando había ADN de Cinalli. Según la imputación, «existen sendos elementos probatorios» para atribuirle «una participación criminal esencial en la comisión del hecho» y como «agresor directo de Fernando».
Ayrton Viollaz
La fiscalía parte de la hipótesis de que podría no haber golpeado a Fernando. Sin embargo, en los videos de seguridad se observa cómo impidió que los amigos de la víctima se acercaran a ayudar a Fernando. Es el único del grupo que no tenía teléfono celular y la fiscalía entendió que «todas la probanzas valoradas» lo «ubican claramente cerca de Báez Sosa. No descartan que se trate de un “agresor directo».
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Fuente: https://www.pagina12.com.ar/512631-caso-fernando-baez-sosa-quienes-son-los-rugbiers-acusados-po