13 de noviembre de 2025
Luis Caputo fue al encuentro anual de FIEL con una misión: calmar al mercado. Pero, terminó dejando una confesión que muchos hubieran preferido no escuchar. Enumeró un abanico de supuestas alternativas para pagar los más de USD 20 mil millones de deuda que enfrentará el año que viene, pero en la explicación confirmó que no tiene los dólares ni la vía de financiamiento cerrada.
Fue muy crudo al relativizar la necesidad de acumular reservas:”es necesario, pero ahora no” afirmó y como toda explicación dijo que “el escenario ha cambiado”. Dijo que ahora se puede “separar lo financiero de lo monetario” y abrió “un menú de alternativas” para pagar los vencimientos, entre los que mencionó el swap chino, el respaldo norteamericano y gestiones con bancos globales. Pero no anunció ninguna operación concreta.
El mensaje es evidente no tiene dólares propios para pagar la deuda y por ahora no piensa acumularlos.
Por eso vale analizar, una por una, las líneas de financiamiento que Caputo puso sobre la mesa. Porque ahí aparece la trama real: la Argentina enfrenta una pared de vencimientos sin reservas y con canales externos que aún no están habilitados.
Karina suspendió la visita a China que había acordado para que liberen el swap
El swap con Estados Unidos esta cubierto por un manto de opacidad total, se desconoce los tiempos y condiciones de instrumentación. La única voz que admitió una operación concreta fue la de Scott Bessent. En una entrevista con NBC afirmó que el Gobierno argentino ya usó “una pequeña parte” del swap del Tesoro norteamericano, operación que hasta ahora el Palacio de Hacienda y el Banco Central siguen sin informar.
Bessent dijo que Estados Unidos “obtuvo ganancias” por ese uso, lo que obliga a preguntarse que hizo el gobierno de Milei para que esto ocurra. Se habla de la entrega de bonos, pero la operación hasta ahora permanece en la clandestinidad.En definitiva se trataría de una deuda para el BCRA que no figura en ningún documento público. La operación cruza el límite de lo legal: no se conocen montos, plazos ni tasas y, si es nueva deuda pública, debería pasar por el Congreso. Por ahora, es un swap fantasma.
Respecto al crédito de los bancos, la puerta está lejos. Como contó LPO, el CEO global de JP Morgan, Jamie Dimon, enfrió la posibilidad. “Quiza no sea necesario otorgar un préstamo a la Argentina”, dijo días atrás.
Pero el mercado algunos no pierde el optimismo. “Va a salir, es por ahí. No queda otra. Bessent viene especialmente a la Argentina a destrabar esto”, afirmó un operador financiero de buen diálogo con el equipo económico.
Pero no todos comparten ese optimismo. Otro importante operador financiero afirmó a LPO: “Caputo mostró las llaves de todas las puertas. El problema es que ninguna abre”, afirmó.
Milei avanza contra China después de echar a Francos: se caen represas y radar espacial
En tercer lugar, apareció como posibilidad utilizar el swap con China y el mercado tembló. Caputo mencionó el swap chino como si fuera un botón al alcance de la mano, pero nadie desconoce que no lo es. Para ampliarlo o activarlo se necesita autorización directa del gobierno de Xi Jinping. Y la relación bilateral pasa por su peor momento en años.
Hay dos gestos que lo muestran con claridad: La suspensión del viaje de Karina Milei a Beijing, que se había acordado precisamente cuando China renovó el swap; y la paralización de las represas de Santa Cruz, el proyecto mas importante que tiene China fuera de su territorio. Guillermo Francos venía siendo el articulador del vínculo, pero el proyecto quedó congelado con la renuncia del jefe de Gabinete. Para Beijing, estos movimientos son señales del deterioro del vínculo político, por el alineamiento de Milei con Trump.
El verdadero problema son los números que hablan por si solos: USD 1.500 millones vencen antes de diciembre. Más de USD 20.000 millones a lo largo del año de los cuales USD 4.500 millones solo en enero, más el stock en Bopreal. Sobre esto se monta el acuerdo con el FMI exige acumular USD 9.000 millones de reservas antes de fin de año.
Mientras tanto, las reservas netas contabilizan un negativo de USD 11.000 millones, el mismo nivel que dejó Massa. Aun en el mejor escenario, el superávit comercial de 2026 difícilmente supere los USD 9.000 millones.
Fuente: LaPoliticaOnLine.com
