En las últimas horas, la Cancillería argentina contestó a un pedido de Irán -más bien suave-, que había solicitado la salida del país de los cinco tripulantes iraníes del avión venezolano retenido en Ezeiza. La cartera de Relaciones Exteriores respondió que el caso está en manos de la Justicia, que «dictaminará los pasos a seguir en la causa». Al mismo tiempo, la defensa de los tripulantes de la aeronave retenida en Ezeiza presentó este miércoles un escrito de 12 páginas pidiendole al juez Federico Villena la restitución del Jumbo y la autorización a los tripulantes para que abandonen el país. «En los 14 cuerpos que hasta la fecha han sido recopilados, hay que reconocerlo, se plasma el notable esfuerzo investigativo realizado, pero no se ha dado con un indicio, una pista, un acto medianamente sospechoso. Nada», dice el escrito.
Hasta ahora, Teherán había dejado todo en manos del gobierno venezolano, propietario del Jumbo. La administración de Nicolás Maduro no tuvo una intervención enérgica, sino que buscó evitar el conflicto. Caracas está conforme con el discurso de Alberto Fernández en la Cumbre de las Américas de Los Angeles, donde denunció el bloqueo contra Venezuela, y también con la decisión de la Casa Rosada de volver a enviar un embajador –Oscar Laborde– a Caracas. Por eso, en todo este tiempo –más de seis semanas– se movió con paciencia y reconociendo que es una cuestión judicial que la Casa Rosada no puede resolver, aunque quiera.
Este miércoles, Irán rompió el silencio a través de una nota de su canciller Hossein Amir Abdollahian, entregada a una funcionaria de menor rango de la embajada argentina en Teherán. Corina Anisko fue convocada a la cancillería iraní y le entregaron el texto, donde «Irán pide al gobierno de Argentina que cumpla con sus deberes y responsabilidades poniendo fin a las restricciones y facilitando la salida inmediata de los cinco miembros de la tripulación iraní». La cartera que encabeza Santiago Cafiero tardó pocas horas en responder y le contestó a Teherán que la cuestión está en manos de la Justicia.
En paralelo, en Lomas de Zamora, el abogado Hernán Carlucció, insistió en el texto que le presentó al juez: «No existe ni remotamente ni jamás existió siquiera un indicio de la comisión de delito alguno, lo cual luego de más de un mes de investigación secreta, en que esta defensa se ha tenido que manera prácticamente a ciegas, ha salido finalmente a la luz, lo cual resuta inobjetable». El letrado agregó que la tripulación está en el país sin familia, sin domicilio ni arraigo ni pertenencia, más aún en relación a los cinco iraníes, que ni siquiera hablan el idioma. «Tanto es así que habrá de notarse que, aún no existiendo ningún impedimento, prácticamente no han abandona el hotel en el que se encuentran alojados, para evitar el acoso mediático o generar cualquier sospecha», dice el escrito judicial
Resultó curioso que en los últimos días, hasta los medios más alineados con el macrismo y con Washington, admitieron que no se encontró prueba alguna de un delito o de una actividad relacionada con espionaje y mucho menos terrorismo. Uno de esos medios sostuvo que «“están cuchareando la lata hasta el final a ver si hay algo”. Lo cierto es que ahora, tras el pedido del abogado Carluccio, lo más probable es que el juez le dé vista a la fiscal, Cecilia Incardona, y también al querellante, la DAIA, para que dictaminen, pero a menos que haya una sorpresa, será difícil seguir reteniendo la aeronave y la tripulación sin generar mayores conflictos diplomáticos e incluso pedidos de resarcimientos.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/438693-avion-venezolano-el-pedido-de-iran-y-la-respuesta-del-gobier