Alberto Fernández decidió no dejar pasar el último acting para la tribuna de Eduardo Casal. Un día después de que el eterno procurador interino respaldara a los fiscales que pretenden nada menos que inhabilitar de por vida para ejercer cargos públicos a Cristina Fernández de Kirchner y cuestionara al propio Presidente por opinar sobre un alegato que generó reacciones de rechazo y movilizaciones en todo el país, Fernández se explayó no sólo sobre su derecho a expresarse sino también sobre la importancia de alertar en tiempo y forma respecto a maniobras que ponen en peligro la democracia. Le reprochó además la “doble vara” por la que hoy manifiesta “profunda preocupación” luego de años de inacción e indiferencia ante las tropelías protagonizadas por el macrismo con sus aliados del Poder Judicial y del propio Ministerio Público Fiscal.
Casal le envió una carta al presidente el jueves luego de recibir en la Procuración a los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, caras visibles de la estrategia opositora para proscribir a CFK en 2023. El procurador cuestionó lo que llamó “una clara perturbación en el ejercicio de (las) funciones” de los acusadores y “una injerencia indebida en el trámite del proceso”, luego de que Fernández opinara en una entrevista periodística que la acusación era “insostenible jurídicamente” y alertara sobre el rol de los fiscales en la “persecución judicial y mediática” contra la ex presidenta.
Fernández le respondió que sus expresiones “en modo alguno pueden ser interpretadas en el sentido de querer condicionar el accionar de un funcionario, y ello queda claro toda vez que fueron vertidas cuando el Fiscal de la causa ya había finalizado su alegato en el proceso”. “No obstante, es oportuno señalar que el Poder Judicial y sus magistrados y funcionarios no están ni podrían estar exentos de críticas y opiniones en una sociedad democrática”, advirtió. Mencionó como ejemplo a tener en cuenta la condena, encarcelamiento y proscripción de Lula en Brasil, que “fue en verdad una persecución judicial, mediática y política” para sacarlo de la cancha. El proceso penal fue declarado nulo, pero el objetivo de la jugada ya se había concretado, recordó.
“Como puede deducirse, resulta de suma importancia que las opiniones que alertan sobre los peligros que pueden acechar a las democracias sean formuladas a tiempo y en forma pública porque el Estado de derecho no exime de críticas a los miembros del Poder Judicial, quienes también están sometidos al escrutinio público en una sociedad democrática, y cualquier ciudadano o ciudadana, incluido el presidente de la Nación, puede dar la voz de alerta cuando observa que algún magistrado o funcionario se desvía de su obligación constitucional de respetar el debido proceso y de la imparcialidad necesaria actuar”, enfatizó.
El presidente apuntó además que ejerció la libertad de expresión “sin infringir los límites establecidos en el artículo 109” de la Constitución Nacional, “toda vez que no he ejercido funciones judiciales, ni me he arrogado el conocimiento de causas pendientes ni he restablecido las fenecidas”. Añadió que “lejos de importar un ‘menoscabo’ a la independencia y a la autonomía, o una injerencia indebida en el proceso”, sus declaraciones son la “expresión de lo que observa una gran parte la ciudadanía”, en el sentido de que “muchos magistrados y funcionarios de la justicia federal prestan más atención a determinados intereses fácticos y/o políticos que a las normas vigentes, y que esta situación hiere a la democracia que tanto esfuerzo y dolor nos costó conseguir”.
La segunda parte de la respuesta del jefe de Estado se detuvo en la preocupación selectiva de Casal, que sin acuerdo del Senado reemplaza desde hace un lustro a Alejandra Gils Carbó, forzada a renunciar por el macrismo luego de recibir todo tipo de presiones.
“No lo ha preocupado, ni ha visto injerencia alguna cuando el ex Presidente Mauricio Macri, en ejercicio del cargo, recibió al imputado Luis Chocobar en la Casa Rosada y, mientras transcurría el juicio en el que terminó condenado, publicó en su cuenta oficial de Twitter que ‘lo acompañamos y confiamos en que la justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía’”, le recordó Fernández, en referencia al caso del policía que mató a balazos por la espalda a un joven que escapaba tras cometer un robo.
El segundo episodio que “tampoco llamó la atención” de Casal y que recordó el jefe de Estado fue cuando el entonces presidente Macri “directamente instruyera a su Ministro de Justicia para que iniciara juicio político al juez Alejo Ramos Padilla y manifestara (textual) ‘creemos que no es un juez que actúe con ecuanimidad, que se prestó a un show mediático político’, al tiempo que advertía al Consejo de la Magistratura que ‘Ramos Padilla ya ha hecho varias y realmente espero que el Consejo, con todas las pruebas que hay, evalúe seriamente destituirlo’”. En aquel caso no se trataba simplemente de la opinión de un presidente sino “de un pedido expreso de destitución de un juez que recién comenzaba una importante investigación sobre graves acciones de espionaje ilegal”, recordó.
En tercer lugar, aunque sin explayarse y sin nombrar al protagonista central de aquel escándalo, el presidente se refirió la vergonzante cobertura institucional que Casal le garantizó al fiscal federal Carlos Stornelli desde que trascendieron sus andanzas junto al agente de inteligencia Marcelo D’Alessio y la extorsión al empresario Pedro Etchebest. “El Señor Procurador Adjunto fue convocado por el Congreso Nacional por su complacencia con un fiscal al que le permitió mantenerse en rebeldía por casi nueve meses y que luego resultó procesado en varias instancias”, le recordó.
Por último, el presidente remarcó y lamentó la pasividad de la Procuración a cargo de Casal ante algunos de los mayores escándalos del gobierno de Cambiemos. “El celo que muestra en su carta respecto del cuidado de los procesos penales hubiera sido importante, para la salud democrática del país, que se plasmara también en impulsar investigaciones transparentes respecto de las motivaciones reales que tuvieron algunas visitas realizadas por destacados miembros del Poder Judicial al ex presidente Mauricio Macri en la quinta de Olivos y en la Casa Rosada; en el rol que tuvo el prófugo ‘Pepín’ Rodríguez Simón y otros ex funcionarios de la llamada ‘Mesa Judicial’ y en garantizar la imparcialidad de quienes intervienen como magistrados y funcionarios en los procesos penales, máxime en al ámbito de la justicia federal, cuando se encuentran bajo investigación dirigentes políticos”, escribió.
“Esta doble vara para medir hechos institucionales y esta asimetría en las posturas adoptadas por parte de algunos importantes magistrados de la justicia federal, e incluso del propio Señor Procurador Adjunto frente a los distintos actores políticos –le planteó sin medias tintas–, tornan aún más necesario que se abran estos debates para cuidar la salud de la democracia y para que en la región no vuelva a ocurrir la afectación de los procesos electorales y de la vida democrática de la sociedad por la actuación de la justicia con intereses políticos y/o fácticos”.
“La democracia se nutre y se fortalece con las opiniones críticas, que deben ser defendidas aun en fuerte disidencia. Nadie exige que se compartan esas opiniones, pero sí que puedan expresarse con libertad”, enfatizó el jefe de Estado. “Esta situación permitirá que no repitamos experiencias tan dolorosas como la que vivió el querido pueblo brasileño y que, en cambio, podamos vivir en libertad en el marco de una democracia fuerte y sana”, concluyó.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/476706-alberto-fernandez-le-respondio-al-procurador-casal