Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente el viernes de bombardear una cárcel en Ucrania en la que se encontraban prisioneros de guerra ucranianos en territorio controlado por los separatistas rusos, que según Moscú dejó decenas de muertos.
La visión de Moscú
El ministerio ruso de Defensa afirmó que el ataque, en el que afirmó murieron 40 prisioneros ucranianos y ocho empleados de la prisión, se llevó a cabo con misiles de largo alcance suministrados a Ucrania por Estados Unidos. «Esta provocación escandalosa tiene como objetivo asustar a los soldados ucranianos y a disuadirlos de rendirse», afirmó el ministerio que calificó el ataque de sangriento. El bombardeo se dió en una prisión cerca de la localidad ucraniana de Olenivka.
Rusia afirmó que entre los muertos se encontraban miembros del batallón Azov, una división que ganó notoriedad por defender el puerto ucraniano de Mariúpol frente al avance de las tropas rusas. «Por la noche dispararon contra la cárcel de Yelenovka, presuntamente con los misiles HIMARS», dijo Daniil Bezsonov, viceministro de Información de los separatistas.
Las acusaciones de Ucrania
El ejército ucraniano negó haber llevado a cabo el ataque diciendo que sus fuerzas no lanzaron ataques de misiles ni artillería en la zona de Olenivka. Además, culpó a las tropas rusas de estar detrás del ataque con el objetivo de acusar a Ucrania de haber cometido crímenes de guerra y encubrir las torturas de los prisioneros y las ejecuciones que llevaron a cabo en la cárcel.
Ucrania negó las acusaciones al afirmar que nunca atacó infraestructuras civiles o de prisioneros de guerra. «Las Fuerzas Armadas de Ucrania, que adhieren plenamente a los principios y normas del derecho internacional humanitario, nunca han llevado a cabo ni llevan a cabo bombardeos de infraestructuras civiles, especialmente en lugares donde es probable que se encuentren prisioneros de guerra», dijo el ejército en un comunicado.
«Rusia llevó a cabo un bombardeo de artillería selectivo contra una institución penitenciaria en el asentamiento de Olenivka, en la provincia de Donetsk, donde también había prisioneros ucranianos» comunicó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, responsabilizando a Moscú por el ataque.
Por su parte, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, responsabilizó también a Rusia de un crimen de guerra. «Rusia cometió otro horrendo crimen de guerra al bombardear un centro penitenciario en la región ocupada de Olenivka donde mantenía retenidos a prisioneros de guerra ucranianos” expresó por Twitter el funcionario.
El cruce de acusaciones se produjo mientras el presidente ucraniano Volodimir Zelenski visitaba un puerto del sur de Ucrania para supervisar la carga de un barco con cereales para su exportación, en el marco de un plan respaldado por la ONU.
La presidencia ucraniana dijo que las exportaciones podrían reanudarse en los «próximos días» siguiendo el acuerdo destinado a llevar a los mercados mundiales millones de toneladas de grano ucraniano varado por el bloqueo naval de Rusia.
Se reanuda el grano
Pese a que los ataques no dan tregua, Ucrania intenta reanudar sus cruciales exportaciones de grano en virtud de un plan negociado por Turquía y las Naciones Unidas para levantar el bloqueo naval ruso en el mar Negro.
Durante el acuerdo, funcionarios rusos y ucranianos se culparon mutuamente por los envíos de granos bloqueados. Rusia acusa a Ucrania de no retirar las minas marinas de los puertos para permitir un envío seguro e insistido en su derecho a controlar los barcos entrantes en busca de armas. Mientras que Kiev, en tanto, exigió garantías internacionales de que el Kremlin no usaría los corredores seguros para atacar su ciudad portuaria de Odesa, en el mar Negro.
“Estamos listos para exportar grano ucraniano. Estamos a la espera de señales de nuestros socios para iniciar los envíos. Es importante que sigamos siendo garantes de la seguridad alimentaria mundial.”, dijo Zelenski, según comunicado. El presidente ucraniano se reunió en el puerto de Odesa con representantes de los países del G7 y Turquía, que llegaron para atestiguar la reanudación de los suministros de grano.
Los cereales ucranianos serán sacados por el mar Negro hacia el Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo, en la ciudad turca de Estambul, donde personal de la ONU y funcionarios turcos, rusos y ucranianos coordinarán las exportaciones antes de su salida a los mercados mundiales. Además, los barcos serán inspeccionados para garantizar que lleven cereales y fertilizantes y no armas.
El acuerdo permitirá exportar 22 millones de toneladas de granos y otros productos agrícolas que están bloqueados en puertos ucranianos del mar Negro por la invasión rusa iniciada el pasado 24 de febrero.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/441121-se-culpan-entre-ellos