El juez federal Daniel Refecas pidió información de toda la documentación relacionada con el proceso de licitación para la construcción del gasoducto Nestor Kirchner en la empresa estatal de Energía Argentina (ex Integración Energética Argentina), en el Enargas y en la Secretaría de Energía. El juez pidió información y se llevó todos los datos en un pendrive. No hubo secuestro de expedientes, ni de documentos ni de pliegos. Y en contraposición con lo que sostuvo el sistema de medios durante la noche, una fuente del juzgado agregó: “Los pedí y me los dieron”. Los primeros datos mostraron que el proceso de licitación no se inició, no hubo adjudicación y por lo tanto no hubo fraude. La celeridad de la medida intenta impedir que la judicialización no paralice la obra, según explicaron en el juzgado.

“Lo de secuestrar papeles o carpetas o pliegos no existe más”, agregó la misma fuente. “En realidad nos llevamos copia digital, todo el proceso licitatorio es digital, así que nos llevamos en un pendrive”.

La disposición se tomó a partir de una denuncia presentada por el abogado Santiago Dupuy de Lome, a la que se sumaron otras dos denuncias de la oposición que se acumularon a la causa. Los denunciantes plantearon la hipótesis de un direccionamiento en la licitación a raíz del off difundido el viernes pasado desde el Ministerio de Producción. El juzgado ordenó las medidas luego de un pedido del fiscal Carlos Stornelli pero los primeros análisis mostraron que el proceso de licitación recién se inicia y como no hubo adjudicación no podría haber habido fraude. “Vamos a estudiar el tema aunque ya vemos que la licitación recién arranca. Eso significa que no hubo adjudicación ni posible fraude”, señalaron entorno al magistrado.

A la presentación del Dupuy de Lome, se sumó el fin de semana otra del dirigente y abogado Yamil Santoro, del partido Republicanos Unidos encabezado por Ricardo López Murphy. El lunes también se sumó la tercera denuncia, en este caso de los diputados de Juntos por el Cambio, Graciela Ocaña y Waldo Wolff. Dupuy de Lome comparte con Santoro, Ocaña y Wolff la categoría de visitantes asiduos a las denuncias. Hasta antes de la cuarentena, pasaba los cinco días de la semana recorriendo los pisos del edificio de Retiro y con estricta camisa y jeans frecuentaba la sala de prensa. Las tres denuncias que están acumuladas podrían paralizar la obra. En ese contexto, también se explica la celeridad del juzgado.

El proyecto es una de las obras más importantes de la Argentina. Y debe ejecutarse con rapidez. Una judicialización no ayuda para nada a acelerar el programa, al contrario, lo paraliza, explicaron en la causa. “Por eso debemos actuar rápido para que se despejen o confirmen las sospechas”.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/427307-rafecas-pidio-y-se-llevo-los-papeles