19 de septiembre de 2025

“Vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda. Los dólares, tanto del Central como los que hemos comprado, sirven para defender el techo de la banda”, afirmó Toto Caputo este jueves en otro tiro en el pie que recuerda el fatídico “Comprá Campeón”.

La frase del ministro de Economía no pudo ser más inoportuna. En el mismo día que el banco central tuvo que vender casi USD 400 millones de reservas para bajar al dólar de los meas de 1.500 pesos a donde se le había ido, prometió vender todos los billetes que le quedan al precio de ganga de 1.475 pesos.

En el mercado coinciden que el dólar oficial está “pisado” y si todos descuentan que habrá devaluación, el que compra hoy lo hace “barato”. Los mecanismos de intervención y las tasas altas se leen como defensivas, no como una señal de fortaleza estructural. Y con reservas netas ajustadas se alimenta la expectativa de que en algún momento el Central se quedará sin poder de fuego. Las reservas del Tesoro ya se terminaron y del préstamo del FMI si se descuentan los créditos que vencen quedarían unos USD 9.000 millones.

Horas desesperadas

Cristian Buteler lo explicó a LPO con detalle: “la intención del apretón monetario era que la gente se quede en pesos y venda dólares para hacer carry con tasas reales elevadas; pero lo que sucedió fue lo opuesto”, afirmó el analista financiero y completó “los cambios constantes en encajes y reglas, la presión sobre los bancos para tomar pasivos que rechazaban, y la intervención en el tipo de cambio con recursos del Estado generaron incertidumbre. Al perder credibilidad, el mercado buscó refugio en la divisa”. 

Según Buteler, “El apretón también hundió la actividad. Con menos comercio y producción hay menos demanda de dinero en pesos; sobra liquidez nominal y esa sobra terminó buscando el dólar. En síntesis, la intención y el resultado no solo difieren, sino que van en direcciones contrarias”, concluyó este especialista.

Las intervenciones hoy son como un antibiótico: funcionan al principio, pero van perdiendo fuerza.

La clave, como repiten operadores y analistas, está en las reservas. Dado que el BCRA y el Tesoro no van a acumular, ni siquiera a sostener el actual nivel de reservas, la sensación de que el techo de la banda es insostenible empuja a cubrirse en moneda dura. 

“Las intervenciones hoy son como un antibiótico: funcionan al principio, pero van perdiendo fuerza”, consideró a LPO otro de los operadores financieros consultados. 

“Milei prefiere tener razón a tener éxito”, agregó a LPO un operador argentino que opera en Wall Street y remató “es muy arriesgado no estar dolarizado en este contexto”. 

Lo irrefutable es que el tipo de cambio al que promete vender Caputo ofrecer jugosas ganancias. “Toto sabe que el valor del dólar es cosa juzgada”, dijo otra de las fuentes consultadas y describió la mecánica de incentivo a la compra hoy “comprar barato frente a una devaluación inexorable”. No es tan complicado, si los agentes creen que después de las elecciones el dólar estará por encima de $1.500, comprar ahora a $1.475 es buen negocio.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com