Patricia Bullrich decidió acelerar a fondo en el fortalecimiento del radicalismo peluca en todo el país. Porque, al grupo de diputados que aún contiene el bloque conducido por Rodrigo de Loredo en la Cámara baja, le sumó un brazo articulado para ramificarse en el territorio bonaerense y que, probablemente, tenga impacto en Córdoba.
Con lo cual, la ministra de Seguridad de Javier Milei salió decidida a caminarle la provincia de Buenos Aires a Facundo Manes y Córdoba a De Loredo, con quien la relación no quedó bien desde el 2023 cuando el cordobés coqueteó con el Grupo Malbec y terminó jugando para Horacio Rodríguez Larreta en las Paso de aquel año.
Esta ramificación que impulsa Bullrich no cayó bien dentro del bloque que encabeza De Loredo en Diputados porque, tanto a Karina Banfi como a Fabio Quetglas, vinculados a Maxi Abad, no les cayó bien el desparrame y que los correligionarios de la bancada estén en un encuentro liberal impulsando a Diego Valenzuela con la presencia de Bullrich y de los ministros Federico Sturzenegger y Luis Petri
“Hay calentura porque ellos (por los peluca) se mueven en grupo, en bloque y avanzan. En el medio no les importa nada. Entonces le repercute a Rodrigo”, señalan en el Congreso por el encuentro en el que, además, también estuvo Alejandro Cacace, exmano derecha de De Loredo, hoy más cercano al esquema peluca con la venia de su nuevo jefe, Sturzenegger.
Patricia se puso al frente del armado de los radicales con peluca
Del lado del radicalismo peluca se defienden con respaldo a la gestión y algunos hasta se reconocen parte de esta por terminales y conversaciones con algunos ministerios. Además, los une lo que consideran el espanto: la manera en la que el PJ kirchnerista se desparramó en el conurbano bonaerense. “El conurbano fue la matriz cautiva del PJ que le sacó recursos al interior”, coinciden entre los radicales con peluca.
Igual, a pesar de las tensiones, reconocen que esto, por ahora, no tendrá impacto con ruptura en el bloque porque no es negocio para nadie. Ni para De Loredo, que hará lo imposible para que no se vayan, tampoco para los radicales bullrichistas, porque salir del bloque los podría desacoplar con los intendentes del interior; y ni siquiera para la propia ministra.
“A ella siempre le convino tener un poco repartido en cada bloque. Algo en el PRO, otro en el radicalismo y buena sintonía con los libertarios, pisa todo”, dijo una voz importante del bloque a LPO hace un tiempo.
Los enojos están, existen, pero no tendría repercusiones como una nueva fractura en el bloque.

En tanto, la ramificación de Bullrich en Córdoba no tendría impacto este año. Fundamentalmente porque el diputado Luis Picat no renueva este año -como sí De Loredo-, pero no descartan tensiones en dos años. Picat se mueve en Córdoba como un radical alineado completamente a la Nación y abre puertas de las que De Loredo no tiene las llaves.
El viernes fue el cumpleaños del jefe del bloque y el radical peluca fue invitado. Los que estuvieron dicen que la sintonía existe, que hubo gestos recíprocos como un “nuestra punta de lanza” que lanzó De Loredo y la invitación, con advertencia incluida, que Picat devolvió para el encuentro libertario de esta semana del radicalismo en Buenos Aires.
Por fuera, el que mira esa relación es Luis Juez, al tanto de la presencia de un intendente alineado con él durante la reciente reunión con Bullrich como es el caso del hombre de La Calera, Fernando Rambaldi. Si tanto Juez como De Loredo pelean por el mismo casillero de la fórmula provincial en el 2027, no sería raro que Juez piense en un radical peluca para completar el binomio.
Fuente: LaPoliticaOnLine.com