Gustavo Saénz busca completar el pavimento de la Vuelta de los valles en la Ruta 40. Se trata de uno de los recorridos más turísticos de Salta y atraviesa Payogasta, Cachi, Seclantás, Molinos y llega hasta Cafayate. Nación se comprometió a completar dos tramos, pero hasta ahora no entregó los recursos.
La Ruta 40 atraviesa la Argentina de norte a sur y durante su paso por Salta atraviesa los Valles Calchaquíes, uno de los principales puntos turísticos de la provincia. Sin embargo, transitar la ruta puede tornarse peligroso si las condiciones climáticas no son buenas: en muchos trayectos no hay asfalto sino ripio o directamente caminos de tierra. Y la mayor parte del trayecto es en zonas de altura y atravesada por ríos.
En condiciones normales, recorrer los 130 kilómetros que separan Cafayate de Colomé puede llevar tres horas y media. Cuando llueve esos caminos son inutilizables. Es una complicación para el turismo, pero sobre todo para los pobladores, que han empezado a abandonar sus casas en los cerros.
El desastroso estado de la ruta pasó de ser solo una dificultad de infraestructura a un problema socioeconómico: los pueblos se van vaciando por las dificultades para subsistir. “Si la ruta estuviera hecha podríamos tener un desarrollo agrícola ganadero y turístico muy importante”, explicaron a LPO en el gobierno de Salta.
La Ruta 40 depende de Nación y el gobierno provincial no puede intervenir. El reclamo por asfalto lleva casi 35 años: durante el gobierno de Alberto Fernández comenzaron las obras en dos tramos, pero se interrumpieron con la llegada de Javier Milei.
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El tramo Molinos- Seclantás tiene un avance cercano al 80%, únicamente falta colocar la carpeta y los guarda rails, mientras que Pyogasta- Palermo tiene 20% de avance.
Tras una reunión entre Sáenz y Guillermo Francos, Nación se comprometió a terminar varias obras, entre ellas 10 rutas, mientras que otras fueron transferidas a la provincia.
Nación si cumplió con los proyectos para tres tramos vinculados a la minería, uno de los pocos sectores que crecieron en la actual gestión. Para la Ruta 40 aún no hubo respuestas.
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Uno de los tramos de la ruta 40 que el gobierno debería pavimentar.
Al igual que con la Ruta 7 en Mendoza, el gobierno no avanza con reparaciones, pero tampoco permite que las gobernaciones avancen con soluciones alternativas. Por el momento Nación sigue empantanada con el proyecto de privatizar las rutas y que los privados hagan las obras.
En Salta, Sáenz armó una comisión para resolver la falta de recursos. Las dos obras están licitadas, pero aún no se realizaron las redeterminaciones de precios. La idea es que los proyectos se retomen a principios de marzo, cuando pasen la estación lluviosa.
“Privatizar rutas puede ser rentable en algunas partes del país, pero aquí es muy difícil que vengan inversores para poner peajes porque no van a recuperar el dinero”, explicó un funcionario de Salta.
Fuente: LaPoliticaOnLine.com