Sin consenso para avanzar con un tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei, Pablo Moyano renunció a la secretaría general de la Confederación General del Trabajo (CGT), cargo que compartía desde 2021 con Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio).

En la carta de renuncia -que trascendió este viernes- el líder de los camioneros afirma haber tomado la decisión de renunciar al cargo de co-secretario general por «no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada mesa chica».

Moyano venía impulsando la necesidad de medidas de fuerzas más duras contra el gobierno. El sindicalista se puso al frente de la organización del paro de la Mesa Nacional de Trasporte de fines de octubre, sin embargo, la movida estuvo lejos de un parate absoluto por la no adhesión de colectivos y gremios como Comercio. Tanto Roberto Fernández, como Armando Cavalieri son dos dirigentes de buen diálogo con la Casa Rosada.

En los últimos días se fueron profundizando las diferencias entre el ala moderada y la fracción más combativa de la Central. En el sector más dialoguista están Daer, Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). En la postura más dura se ubica Moyano junto a otros sindicalistas del transporte y los sindicatos más cercanos al kirchnerismo.

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«Mitad de la CGT quiere dialogar con el Gobierno y la otra mitad quiere estar en la calle para defender los derechos de los trabajadores. No se puede mirar para otro lado», había dicho Pablo Moyano días atrás.

Desde el sector más dialoguista le contestaron a través de Andrés Rodríguez. «No hay un clima apropiado para que una medida de fuerza pueda desarrollarse con éxito», dijo el líder de los estatales.

Esta semana la misa chica de la CGT decidió en una reunión en la sede de UPCN descartar cualquier medida de fuerza al menos hasta 2025 y apostar al diálogo tripartito con la Casa Rosada y los empresarios. Moyano no estuvo presente en ese encuentro.

Las tensiones no eran un secreto. «Es un milagro que haya durado tanto», dijo a LPO una fuente de la Confederación. Incluso recordaron el faltazo de Moyano el 11 de noviembre de 2021, cuando asumió el triunvirato. El dirigente acusó un supuesto cuadro febril, pero participó por videoconferencia y tensionó con sus pares. «Después de años de distanciamiento de los dirigentes, logramos una unidad total. Esta CGT no será el apéndice de ningún gobierno», dijo ese día.

La salida de Moyano de la cúpula de la CGT no supone la salida de Camioneros. Sucede que los cargos no son personales, sino que corresponden a las organizaciones gremiales. Por tanto, Camioneros seguirá siendo parte de la Confederación dejando la decisión de Pablo Moyano en el plano de lo personal.

Fue Julio Piumato quien dijo en las redes que «Camioneros no se va. La CGT sigue firme en unidad más allá de actitudes personalistas que no responden y resientan a sus propias organizaciones sindicales». Algunas versiones indican que el reemplazo será Omar Pérez, secretario de Políticas de Transporte de Camioneros y hombre de confianza de Hugo.

La salida de Moyano de la CGT no es el primer portazo por diferencias con el rumbo de la Confederación. A mediados de octubre renunció el dirigente de Smata, Mario Manrique, quien ocupaba la secretaría gremial de la Confederación. Manrique también argumentó en su portazo las diferencias con el sector dialoguista. 

Fuente: LaPoliticaOnLine.com