La semana más densa en la vida de Javier Milei tuvo un día, uno en particular, que fue el más intensamente denso. No fue el domingo de elecciones, aunque entonces también tuvo que sortear tragos amargos, incluida una escena a los gritos con su presentada novia, Fátima Florez, con quien luego pudo recomponer. Lo que empieza a ver peligrosamente descompuesto tras la vertiginosa alianza con la casta, es el frente interno de La Libertad Avanza. Con el piso 21 del hotel Libertador como escenario –donde montó su bunker y un virtual comando de campaña, además de instalarse en una habitación en la que pasa la noche– el candidato presidencial tuvo una tarde de reproches, amenazas y gritos. Después vino la entrevista televisiva que terminaría siendo un parte aguas, al mostrar en vivo un desborde emocional que instaló la pregunta sobre su capacidad para ocupar un puesto como el de presidente de la Nación. 

Los que dejan la selva

En esa tensa reunión comenzaba a quedar claro que la hazaña libertaria engendraba en su misma fortaleza, su debilidad mayor: como repite Milei en las últimas notas y repitió también en esa reunión, el logro es enorme si se piensa en un partido «fabricado en poco más de dos años». Pero para recibir al outsider hubo que «recurrir a lo que había, gente con experiencia en otros partidos» (así lo expresó Sebastián Pareja, ex hombre de Emilio Monzó y armador de La Libertad Avanza en la provincia). Es decir, armar una estructura pegada con promesas de éxito y gruesos aportes económicos, que dejó un tendal de heridos y sobre todo levantó compromisos que, con la nueva alianza, empiezan a ser de difícil cumplimiento.  

Para ese día ya había una primera baja pública: la flamante electa diputada por Entre Ríos, Liliana Salinas, había anunciado que abandonaba el barco libertario con un comunicado. Se sabía también que en la provincia la seguirían Carlos Damasco y Julia Caballeros. Pero sobre todo empezaba a crujir con fuerza el armado de la provincia de Buenos Aires. Como reveló Buenos Aires/12 en la nota de ayer de Gastón Garriga, ya hay quienes se bajan en on, como el armador de la zona Oeste Osvaldo Marasco.

Guillermo Francos, que oficia como vocero desde el domingo electoral, no deja de jurar que nadie habló de repartir cargos ni de «entregar» ministerios al PRO. Quienes asistieron a esa reunión, sin embargo, salieron con una impresión diferente. Hay nombres concretos: Germán Garavano, «Toto» Caputo, Guido Sandleris. Que «Macri le lotee a Javier el gabinete» es el mayor temor en las filas libertarias. 

Se suma la ruptura de una de las alianzas más breves de la historia: la que el partido de extrema derecha firmó post PASO con Luis Barrionuevo. «No voy a compartir un mismo esfuerzo político con alguien que es la encarnación del castigo al pueblo trabajador», se dio cuenta el líder gastronómico sobre Bullrich al pegar el portazo. Javier, y sobre todo Karina Milei, no ahorran epítetos para el sindicalista. «Nos empiojó la campaña, nos prometió financiamiento y fiscales, no trajo lo que prometió ni de lo uno ni de lo otro», recriminan en su entorno. 

Segmento inspirador

A la reunión post alianza fueron convocados legisladores electos, armadores y referentes de todo el país, además del equipo más cercano, que incluyó a Ramiro Marra, borrado de la escena pública en estos días pero aún con voz y voto destacados dentro de LLA. El encuentro tuvo otro segmento amable, de tono inspirador. Milei pidió que transmitan su mensaje en las provincias. Mandó a decir que todo marcha viento en popa, que la estadística está de su lado, que tras la alianza las chances quedan ampliadas. Dio los motivos para sentirse ganadores. Y encomendó: «no sólo hay que sentirse ganadores, hay que parecer ganadores».   

«Hoy somos los grandes ganadores, no como quiere vender el kirchnerismo que somos los perdedores. Todo lo contrario, esto hace dos años no existía y hoy tenemos 40 diputados y 8 senadores», los entusiasmó. Pidió transmitir la nueva dicotomía, que ya no es «casta o anti casta», sino «cambio o kirchnerismo», «un país decente o corrupción», «Massa o la gente de bien, nosotros».

A ordenar las selfies

La selva del León es amplia en orígenes y especies. Quienes provienen de estructuras orgánicas de sellos como el MID, o Democracia Cristiana, son los que más reparos expresaron. Pero en hay muchos otros que tienen sobrados motivos para permanecer entusiasmados. Es el caso de los que llegaron de Jujuy, donde LLA hizo una elección excepcional y cosechó por la mayoría dos senadores de nulo paso previo por la política, en ninguna de sus formas: el «desarrollador de negocios» Ezequiel Atauche y la pastora evangélica Vilma Bedia, que fue reclutada por los libertarios cuando detectaron la gran interacción que tenían en Facebook sus publicaciones anti cuarentena. 

La otra preocupación por estas horas en las filas libertarias es bajar los rumores de todo tipo que encendió la entrevista border de Milei, y que atribuyen al «juego sucio kirchnerista». Un cambio sustantivo se notó, por lo pronto, en las fotos de campaña: un Milei que busca mostrarse más humano abandona el gesto duro y la mirada fría que eran su marca y empieza a ensayar una sonrisa al posar con sus seguidores. 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/610179-la-semana-mas-densa-de-milei