Todo el oficialismo, encabezado por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, repudió la represión en Jujuy, que lleva adelante el gobernador de JxC, Gerardo Morales, con el objetivo de imponer una reforma constitucional en su provincia. Los cruces entre Morales –con el respaldo de todo JxC– y el gobierno nacional, se extendieron a lo largo de una jornada en la que las imágenes de hombres y mujeres siendo baleados por la policía jujeña y de personas desesperadas pidiendo por sus familiares desaparecidos, no dejaron de reproducirse en todos los canales de televisión. Tanto desde UxP, como desde JxC, coincidieron en una sola cosa: si la oposición gana las elecciones a nivel nacional este año, lo que ocurre en Jujuy se replicará en todo el país. Hubo, entre otros, repudios de los bloques oficialistas de Diputados y Senadores nacionales; del PJ y de la CGT, que este miércoles dará una conferencia de prensa. A última hora, el ministerio del Interior lanzó un comunicado firmado por Eduardo de Pedro en el que convocó a Morales «a construir una salida pacífica». «No nos van a frenar», gritaban, mientras tanto, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, desde una conferencia de prensa que dieron en San Telmo.
CFK vinculó lo ocurrido este martes con la represión de diciembre del 2001, cuando Morales era funcionario de la Alianza, y recordó, también, que «hace exactamente 5 años, un 20 de junio como hoy –en el que recordamos a Belgrano y honramos nuestra bandera– el Directorio Ejecutivo del FMI aprobaba el acuerdo Stand-By por 50.000 millones de dólares para la Argentina solicitado por Mauricio Macri, presidente del gobierno de la segunda Alianza, que también integraba –e integra– el gobernador Morales». «Como siempre digo, todo hace juego con todo.
Una vez más la Argentina circular», remató.
La primera piedra la tiró Morales cuando cerca del mediodía escribió en su twitter que «hacía responsables» de lo que sucedía en su provincia a Fernández y CFK. «Hago responsables al presidente y a la vicepresidenta por la extrema violencia que se está viviendo en la provincia de Jujuy. Los violentos no nos van a torcer el brazo. A 40 años de democracia, repudio y llamo a todos los argentinos a repudiar lo que está haciendo el kirchnerismo y el Frente de Izquierda en Jujuy», escribió. El argumento de la oposición fue, sin ningún tipo de pruebas, que el kirchnerismo envió «personas de Buenos Aires a generar disturbios a cambio de dinero».
El Presidente respondió a Morales casi de forma inmediata: «Usted es el único responsable de haber llevado a nuestra querida provincia de Jujuy a esta situación límite tratando de imponer una reforma constitucional que no respeta la Constitución Nacional», dijo. En esa línea, explicó que la reforma constitucional «desatiende acuerdos internacionales, no escucha a los pueblos originarios y niega el derecho a la protesta.
El Gobierno nacional respeta el federalismo y los resultados electorales locales, pero debe garantizar la convivencia y el respeto a los derechos humanos». Por último, Fernández agregó que «exigimos al Gobierno de Jujuy el cese inmediato de la represión y convoque a todos los actores sociales jujeños a encontrar caminos de diálogo para superar la controversia que ha creado».
Minutos más tarde se sumó la vicepresidenta. Ella también citó el tuit del jujeño y le dijo: «Hágase cargo Gobernador Morales y pare con la locura represiva que su propio accionar ha desatado. Lo que está sucediendo en la Provincia de Jujuy es absoluta responsabilidad suya y usted lo sabe.
Pareciera que la represión salvaje está en su ADN». CFK recordó la participación de Morales durante el gobierno de Fernando de la Rúa «que declaró el Estado de Sitio y fue responsable del asesinato de 38 argentinos».
La vicepresidenta hizo otro tuit en el que citó el comunicado de la CIDH que llamó al Estado jujeño «a respetar el derecho a la libertad de expresión, los estándares interamericanos del uso de la fuerza, y a llevar a cabo un proceso de diálogo efectivo, inclusivo e intercultural, en que se respete los derechos sindicales y de los pueblos originarios», y agregó: «¿Ve Morales por qué no hay que mentir? No es La Cámpora, ni el kirchnerismo, ni la Vicepresidenta, ni el Presidente. Es la CIDH, organismo dependiente de la OEA con sede en Washington, la que se acaba de pronunciar sobre la represión que usted ordenó en su provincia”. La comprensión de texto es para todos y todas, Morales».
El gobernador compartió imágenes de un auto incendiado y el tweet de CFK y dijo: «¿Esto le parece pacífico? Es una vergüenza que financien a grupos violentos para generar caos en Jujuy«. Después subió capturas de pantalla de un supuesto chat en el que dos personas hablaban de un pago de cinco mil pesos para movilizar. Horas antes había compartido en sus redes fotos de militantes de la agrupación peronista 13 de Abril de Vicente López y decía que habían ido a Jujuy «a alterar la paz». El encargado de responderle fue De Pedro. «No mienta gobernador. La foto es de abril de 2022, en Guernica, provincia de Buenos Aires. Como en el 2001: mienten, gobiernan de espaldas al pueblo y terminan con represión», disparó. El jujeño tuvo que borrar el tuit.
La catarata de acusaciones infundadas y mensajes violentos siguió. Morales le dijo al Presidente: «¿Qué puedo esperar de usted si la única vez que vino a Jujuy fue para visitar a Milagro Sala? Su actitud como presidente da un manto de impunidad a quienes hoy violentan e intentan debilitar la paz lograda por el pueblo. Lo suyo es patético. La buena noticia es que se va a fin de año y se termina este gobierno decadente».
Mientras JxC llevaba a cabo la conferencia de prensa en la que se sentaron, además de Bullrich y Larreta, María Eugenia Vidal; Miguel Ángel Pichetto; José Luis Espert y Martín Lousteau, entre otros–, el ministro del Interior publicó un comunicado en el que expresó: «Señor gobernador, lo que estamos viendo son las consecuencias de las decisiones que usted tomó y que afectaron la división de poderes, que violentaron las instituciones y que terminaron en cooptación de la justicia provincial«. En esa línea, pidió «preservar la vida cuidando a la gente y poniendo en valor nuestra democracia sin violencia y sin imposiciones».
El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, condenó la represión y también pidió que se abra «una instancia de diálogo». En los comunicados de Diputados y Senadores oficialistas añadieron que los objetivos de la reforma constitucional «parecen estar claros: concentración del poder, saqueo de los recursos naturales (litio) e impunidad. Y ese plan no cierra sin represión«. Los senadores agregaron que «Morales actúa como constituyente de día y, por la tarde, firma decretos como gobernador, una flagrante violación de las normas constitucionales». El PJ subrayó en su comunicado que «la actitud represiva del Gobierno de Jujuy constituye una violación a los derechos humanos«. También se pronunciaron gobernadores; ministros del gabinete nacional y precandidatos como Daniel Scioli.
En la conferencia de prensa que montó JxC para respaldar a Morales, Bullrich dijo que la advertencia de la CIDH no tenía «importancia», y Larreta agregó: «lo de la CIDH es una injerencia y una total irresponsabilidad por opinar sin informarse«. Ambos, junto a Pichetto –que dijo que «en Jujuy hay actividad insurreccional con presencia de infiltrados bolivianos que responden a Evo Morales«– y Espert –que tuiteó que «en Jujuy es cárcel o bala»–, culparon al kirchnerismo de lo ocurrido y Larreta agregó: «El kirchnerismo y el gobierno nacional son los que promueven la violencia. Lo hacen para frenar el cambio por la fuerza. Esto van a hacer desde el 10 de diciembre cuando ganemos, pero estamos todos juntos y no lo vamos a permitir«. Cuando le consultaron qué pruebas tenía para acusar al kirchnerismo de enviar gente para hacer disturbios, dijo nervioso: «hay chats que se encontraron. No hay dudas».
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/560241-union-por-la-patria-repudio-la-represion-en-cambio-juntos-po