Obligado por sus aspiraciones presidenciales y la interna despiadada que vive Juntos por el Cambio, Rodríguez Larreta debió recurrir una vez más a su política de malgastar la plata de los vecinos para silenciar y ocultar cualquier crítica a su gobierno, al mismo tiempo que con un despliegue ilimitado de marketing embellece sus principales acciones presentándolas como “lo moderno”.

Así es que enmascara la invasión de edificios monstruosos por todos los barrios de la ciudad, algunos con alturas gigantescas, disfrazándolos de “desarrollos”; ocultando la contradicción insalvable de la dinámica del capitalismo y su afán indetenible de lucro, en contraposición con la cuestión esencial de la vida, en este caso colectiva, que es la síntesis indisoluble del desarrollo social y cultural con la naturaleza, que obviamente debe incluir el fenómeno verdaderamente moderno de la gran urbanidad. La idea de naturaleza, no debe considerarse a partir de una falsa idealización de algún bucólico paisaje rural, sino en sus infinitas y maravillosas expresiones, que insistimos; nunca se deben escindir de la presencia de las especies que la habitan: la humana, y la vida animal y vegetal. Siguiendo con esta necesaria digresión, reiteramos nuestra opinión de que cualquier proyecto económico debe asumir las complejidades propias de las dimensiones sociales y culturales, admitiendo los límites físicos y poblacionales de nuestra ciudad. Esta idea central implica que ningún crecimiento económico, constructivo o financiero puede hacerse sin ponderar que debe tener el límite de la ecuación sociedad-naturaleza-cultura. No solo se trata de un tema ideológico determinante, sino esencialmente político. La resistencia del pueblo porteño a las consecuencias prácticas de la reforma del código urbanístico inspirada por el macrismo para refundar la ciudad con un sentido empresario; es demostrativa de que se trata de una cuestión de carácter político. En muchos barrios y comunas, el vecindario movilizado resiste, se pronuncia, peticiona y apela a la justicia. Es decir que crece la conciencia y la necesidad de un cambio de signo de gobierno porteño con el propósito de que sus mayorías democráticas se apropien de la Ciudad con un sentido integrador y estimulando la convivencia de las diversidades

Durante la presidencia de Mauricio Macri se benefició al gobierno porteño del PRO con un incremento del aporte del Estado nacional que triplicó el que recibía. Resulta inevitable señalar que esos fondos salían del erario público, o sea que todas las provincias aportaban a un aumento fenomenal del aporte estatal, con el fin fortalecer el proyecto político del PRO en nuestra ciudad. También es imprescindible aclarar que con ese dinero adicional no se mejoró la vida de la ciudadanía porteña, ni la infraestructura social. No se construyeron nuevas escuelas ni hospitales públicos, ni se incrementaron los recursos para culturas barriales, ni se mejoró el sistema contra las violencias de género, ni el transporte público. Tampoco se destinaron a mejorar los salarios de docentes, médicos, enfermeras ni otros trabajadores del estado. Y un montón de etcéteras. Lo cierto es que ante el conflicto, la decisión política del Jefe de Gobierno fue gravar a sus vecinos, cuando la ecuación de ingresos y gastos del presupuesto porteño no lo requería, a pesar de la merma que implicaba la medida presidencial reclamada por la mayoría de los gobernadores de nuestras provincias. En suma, aplicó el impuesto “para compensar la quita del gobierno nacional” durante 25 meses, y ahora devuelve tres meses para “aliviar el bolsillo de los vecinos”. 

Ya que estamos con las decisiones que afectan al bolsillo, en la conferencia anunciando espectacularmente la baja del impuesto a las tarjetas, omitió informar que se “actualiza” (otro frecuente eufemismo) la tarifa del subte porteño, que desde ahora será de $67 y en octubre llegará a $80, manteniéndose los descuentos existentes. Es necesario señalar entonces, que en siete meses la tarifa sufrirá un aumento del 90,5 por ciento y la del pre metro del 86,6 por ciento. Si nos detenemos a ponderar la política impositiva de Macri – Larreta (recaudación impositiva por hecho imponible enero 1997/febrero 2023) en el largo plazo, veremos que durante el período se dispararon los impuestos al consumo y transacciones, y caen los de propiedad. Es decir, que el sistema fue perdiendo progresividad al depender cada vez más de los tributos indirectos. En el punto “propiedades”, nuestra línea siempre fue la de diferenciar a los pequeños propietarios que ahorraron a lo largo de su vida invirtiendo en inmuebles; de los grandes inversores y los ahora denominados “desarrolladores”. Este núcleo minoritario es propietario en nuestra ciudad de decenas o centenares de inmuebles, muchos de los cuales están vacíos ya que fueron comprados solo como refugios de sus ganancias. Resulta importante también, mostrar otro dato de la estadística económica que desnuda y expresa el rasgo regresivo de las políticas macristas: en el rubro “ingreso por venta de bienes públicos y servicios de la administración 2007/22 en pesos constantes” se observa el notable aumento de las ventas de bienes y servicios del estado porteño, muy particularmente durante el período de Larreta. El discípulo superó al maestro en la venta a privados del patrimonio público acumulado durante décadas por el pueblo porteño.

Como vemos, en la aparatosa presentación de la devolución del autoimpuesto a las tarjetas, resulta ser una nueva puesta en escena. Lo más grave no es la falsa teatralidad, sino la mentira a los vecinos porteños, y toda esta historia del conflicto con la nación, que nos coloca a los habitantes de nuestra ciudad en un lugar de indiferencia e insensibilidad frente a las graves carencias que viven nuestros hermanos en muchas provincias.

Sabemos de la gran reserva humanista y democrática del pueblo porteño, que se siente unido al conjunto de los compatriotas, y es consciente del destino común que debemos recorrer como integrantes del colectivo nacional. 

* Secretario general del Partido Solidario y presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/547724-una-ciudad-de-negocios-o-para-la-convivencia-democratica