La justicia ucraniana dictó este sábado una orden de arresto domiciliario por 60 días contra el abad del Monasterio de las Cuevas de Kiev, Pavlo Lebid, al que la Fiscalía investiga por justificar la invasión rusa de Ucrania.
La orden judicial fue emitida después de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) registrara la casa del jerarca ortodoxo e hiciera públicas conversaciones interceptadas en las que Pavlo celebra la ocupación rusa de la ciudad ucraniana de Jersón y habla de la existencia de “laboratorios” biológicos estadounidenses en Ucrania.
En las grabaciones difundidas, el religioso también se refiere de manera despectiva a los voluntarios de la Defensa Territorial de Ucrania a los que el Estado dio armas para defender el país de la invasión.
Pavlo pertenece a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, una especie de filial de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Ucrania. Esta última rompió relaciones con su iglesia madre el pasado mayo por el apoyo del patriarca ruso, Kiril, a la agresión del Kremlin contra Ucrania.
Algunos consideran que la ruptura ortodoxa local con Moscú fue solo cosmética y exigen a la jerarquía que se integre en la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, si de verdad han dejado de tener lazos con Moscú.
La Iglesia Ortodoxa de Ucrania fue establecida en 2018 y reconocida un año más tarde por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, como iglesia nacional autocéfala de Ucrania.
La orden de arresto domiciliario contra Pavlo llega tres días después de que venciera el plazo dado por el Gobierno ucraniano a los religiosos del Monasterio de las Cuevas de Kiev para que abandonaran ese centro espiritual fundado en el siglo XI, que es de importancia capital en las tradiciones ortodoxas de Rusia y Ucrania.
El abad Pavlo y los demás monjes han rechazado el desalojo ante la Justicia y permanecen en el monasterio en desafío a la orden del Gobierno, al que acusan de persecución religiosa. Las autoridades ucranianas los consideran un foco de influencia rusa en el país.
Las autoridades de Kiev han iniciado desde el comienzo de la guerra 61 procedimientos contra clérigos de esa rama de la iglesia por colaboracionismo con el enemigo. Siete fueron condenados y dos de ellos enviados a Rusia en un intercambio de prisioneros.
Pavlo fue concejal del ayuntamiento de Kiev entre 2008 y 2014 por el Partido de las Regiones, una formación prorrusa que fue prohibida en Ucrania. Su rama de la iglesia insiste en que denunció la invasión rusa y es leal a Ucrania, además de haberse declarado independiente de Moscú. Las autoridades ucranianas los quieren desalojar del monasterio –pertenece al Estado— aduciendo que los monjes hicieron modificaciones no permitidas en el edificio histórico. Estos se defienden con el argumento de que esa es una mera excusa para la persecución política.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/537023-la-guerra-religiosa-en-ucrania