Con apenas 23 años, Jonathan Morel se encuentra en el ojo de la tormenta. Y nuevamente, porque investigaciones exclusivas de Página/12, revelan audios de Revolución Federal en los que Morel y otros dirigentes alentaban a 2000 personas a atacar a CFK, «tirar agua hirviendo» a militantes y poner «una bomba en Casa Rosada».
El joven es uno de los fundadores de Revolución Federal, la violenta organización que quedó en la mira por sus vínculos con el atentado contra Cristina Kirchner y que desde mayo pasado organiza escraches y ataques a funcionarios del gobierno y dirigentes políticos. Este jueves fue detenido en el marco de una causa que busca dilucidar si existe un nexo entre los cobros millonarios de dinero de una firma perteneciente a la familia Caputo con el intento de magnicidio que sufrió la vicepresidenta.
Morel es el fundador de Revolución Federal junto a Leonardo Sosa, otro de los detenidos en los operativos de este jueves. Ambos militaron en la candidatura presidencial de Mauricio Macri en 2015. Años más tarde, incluso, Morel fue fiscal de Juntos por el Cambio en unas elecciones.
Con un discurso violento, la agrupación nació en mayo y aunque nunca juntaron más que unas pocas decenas de personas sí llevaron a cabo acciones como escraches a funcionarios del gobierno, pero también a diputados de Izquierda y dirigentes de organizaciones sociales.
En una serie de entrevistas que concedieron meses atrás, tanto Morel como Sosa se manifestaron decepcionados por el rumbo económico del gobierno de Macri y explicaron que se volcaron hacia el «libertarianismo». Uno de los objetivos, al fundar su agrupación, era tener un medio de acción más directo y, según sus propias palabras, que los “kirchneristas tengan miedo de ser kirchneristas”.
De hecho, Morel fue parte del grupo que el 21 de julio pasado organizó un violento escrache contra la vicepresidenta Cristina Kirchner en las puertas del Instituto Patria, por la que también hay una causa abierta y un hombre, Claudio Herz, que se encuentra procesado.
Guillotina, carpintería y vínculos con Caputo
Morel se presenta como carpintero, aunque en una entrevista reciente reconoció haber hecho apenas un curso por YouTube hace pocos meses. Sus conocimientos le permitieron que una de sus obras más conocidas fuera una guillotina que llevó a varias protestas contra el Gobierno, siempre con el foco puesto en Cristina Kirchner.
En aquella carpintería de Boulogne también se fabricaron las antorchas que llevaron a la Casa Rosada a comienzos de agosto pasado. Esa tarde, arrojaron otros elementos, como bombas molotov, a la sede de Gobierno y fueron dispersados por la Policía. Unos días antes, el grupo -y otros personajes como Gastón Guerra, también detenido este jueves – había atacado a Sergio Massa y funcionarios del Ejecutivo, en la asunción del ministro de Economía.
Morel y Revolución Federal quedaron en la mira de la Justicia tras el atentado contra Cristina Kirchner, el 1º de septiembre: algunos integrantes de la banda que atacó a la vicepresidenta habían asistido a las marchas de Revolución Federal y el discurso con el que se presentaban tanto Morel como sus compañeros iba en sintonía con un ataque físico.
Las dudas además quedaron sembradas luego de que saliera a la luz que Morel había recibido pagos millonarios de un fideicomiso de la familia de Luis «Toto» Caputo, exministro de Finanzas de Macri. El argumento de Morel fue que se trató de pagos por una serie de productos que le vendió para un emprendimiento en la Patagonia, aunque no supo responder con precisión qué tipo de muebles eran ni cómo es que un carpintero con tan poca experiencia había cerrado un negocio tan suculento.
Por si fuera poco, la Unidad de Información Financiera (UIF) le informó hace unas semanas a la Justicia y a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) que la carpintería había recibido un pago sospechoso de casi 2 millones de pesos.
En poco tiempo, Morel facturó miles y miles de pesos: a finales de diciembre pasado, $578.930. Más tarde hizo otras seis facturas por $176.000 a nombre del fideicomiso Santa Clara al Sur; el 22 de agosto de este año, una semana antes del atentado a la vice, recibió desde esa empresa una transferencia por $250.000. También se registraron pagos del fideicomiso Espacio Añelo y de Rosana Pía Caputo por $1.503.480.
Vínculos con el atentado contra Cristina, pero causas separadas
La detención de Morel, Sosa y Guerra fue ordenada por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. El magistrado tiene a su cargo un expediente que investiga solo a Revolución Federal y no el atentado contra la vicepresidenta, que está en el juzgado de María Eugenia Capuchetti. Para Martínez de Giorgi hay elementos que prueban el nexo entre la incitación a la violencia y el ataque frustrado contra Cristina. Sin embargo, Capuchetti consideró días atrás que deben investigarse como hechos separados.
La detención se concretó este jueves en el marco de 11 allanamientos. La causa que tiene a su cargo Martínez de Giorgi es la misma en la que esta semana fue aceptada como querellante la propia Cristina. Los procedimientos fueron realizados por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Sin embargo, las detenciones no fueron los únicos procedimientos ordenados por el magistrado, que también allanó domicilios de la empresa Caputo Hermanos en el centro porteño, ya que se trata de la empresa del exministro macrista que le hizo las transferencias millonarias a Morel y sus allegados.
8 frases de Morel
- “No tenemos nada que ver con el intento de magnicidio contra la vicepresidente. No conocemos a Brena ni a Fernando. Yo repudio el atentado, por supuesto”.
- “No creo que la violencia sea el camino. Es un momento de no saber qué hacer. Laburas todo el día y no te alcanza la guita. Es un momento de hartazgo”.
- “Me quieren agarrar de chivo expiatorio. El clima social está muy caldeado. Más allá de lo que yo haga como activista y me exprese, lejos estoy de cometer cualquier tipo de locura”.
- “La Justicia tendrá que investigar. Yo sé que soy inocente y no tengo nada que ver con lo que sucedió”.
- “Lo primero que le pedí a mi abogado es que nos presentemos. Siempre estoy a disposición de la Justicia”.
- “El trabajo sabía que era para un fideicomiso. Fue lo que nos ayudó a superar la quiebra. Yo agradezco a esa decoradora que confió en nuestro pequeño negocio”.
- “La política me robó todo tipo de esperanzas, no me va a robar el futuro. Tengo en claro qué es lo que quiero”.
- “Admito mis errores. Si fui violento pido disculpas. Lo que dije lo creí y lo pensé. Se me acusa de una moral que no existe”.
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«Hay que matarlos, otra cosa no podés hacer»
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«Hay que tirar agua hirviendo a los militantes y poner una bomba en Casa Rosada».
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/491161-quien-es-jonathan-morel-el-lider-de-revolucion-federal-deten