Detrás de su sillón y frente a su escritorio de trabajo hay un enorme retrato de San Martín entre dos banderas, la argentina y la bonaerense. Del otro lado del despacho, a 15 metros, hay otro retrato enorme: el de Juan Manuel de Rosas. Axel Kicillof llega de un encuentro con 600 cooperativistas en Berazategui, donde estuvo con el intendente Juan José Mussi. Acomoda mate y papeles y se sienta delante de la imagen de su lejano antecesor.

–Hay una queja repetida de Juntos por el Cambio que se expresa más o menos así: “Por razones electorales Cristina le dio orden a Massa de no cortar los fondos que recibe la provincia de Buenos Aires”.

–Es mentira. Un planteo absurdo y difícil de sostener incluso para dirigentes opositores de la provincia de Buenos Aires. Más del 50 por ciento de la industria argentina está en la provincia de Buenos Aires. Y entre el 35 y el 40 por ciento de la población. Hablamos de 300 mil kilómetros cuadrados, 17 millones de personas, 135 municipios, 21 mil escuelas. También es la primera provincia en producción agropecuaria y en turismo. Tenemos 100 mil kilómetros de caminos rurales. Y tiene hasta minería. En términos de recursos, la provincia aporta el 40 por ciento y recibe el 20. La provincia debe ser solidaria con el resto del país, pero al mismo tiempo precisa recursos relativamente proporcionales para sostener la actividad, la población, y para garantizar rutas, caminos, escuelas, electricidad, salud… Siguen faltando los 6 puntos de coparticipación que la provincia perdió desde que los cedió Alejandro Armendáriz, el primer gobernador de la democracia, en 1983. Así, ¿cómo no van a faltar escuelas y cloacas en el conurbano y en muchas ciudades de la provincia? ¿O infraestructura? Y el macrismo fue muy centralista.

Imagen: Leandro Teysseire.

–¿En qué?

–Por ejemplo, María Eugenia Vidal ni pisaba La Plata. Los macristas a la provincia de Buenos Aires la jodieron. Y el tema no es el lugar de nacimiento, porque una persona de La Matanza y una persona de San Isidro nacieron en la provincia de Buenos Aires pero pueden tener miradas distintas sobre las necesidades. Yo vivo en La Plata. Recorro la provincia, y todo el gobierno funciona en La Plata, que es la capital de la provincia. La casa de gobierno, como otros edificios, es monumental. La descuidaron tanto que tenía plantas en las paredes. Estaba en ruinas. Ni andaban los baños. A fin del año pasado lanzamos un plan de seis años. Nos dijeron que era por razones electorales. No es así. Los problemas no se van a resolver en un período de gobierno, y menos con dos años de pandemia y antes con cuatro años de Macri y Vidal, que nos dejaron una deuda y encima defaulteada. Ahora, además, con la guerra, que tiene efectos imprevisibles. El economista que te diga hoy que sabe a cuánto va a estar el barril de petróleo dentro de un año, te miente. Sigo pensando en que valen más las prioridades que las promesas. Son salud, educación, producción y trabajo.

–Al mismo tiempo, cualquiera que lea esta entrevista va a decir: “Kicillof quiere otro período como gobernador”.

–Los dirigentes políticos quieren tantas cosas… A mí esta experiencia de gobernador y este trabajo me tienen muy entusiasmado. Pero formo parte de una fuerza política que es colectiva y tiene una conducción. Y entonces no tengo derecho a anteponer ni mi deseo ni mi voluntad, y menos todavía un capricho. Al mismo tiempo, es obvio que estoy en la trinchera y que defiendo mucho lo que hace nuestra fuerza política. Hablo de fuerza porque en la provincia de Buenos Aires el Frente de Todos está muy ordenado. Digo trinchera porque hace poco inauguramos la escuela número 110 de nuestra gestión. ¿Es mucho o es poco? Vidal no lo hizo, y nadaba en plata. Además de la deuda nacional, acá tomaron incluso préstamos en dólares. Chorreaba la plata, a punto tal que la metieron en una cañería y la fugaron. Hicieron 65 escuelas. Bajo su gobierno se murieron Sandra y Rubén. Nosotros ya arreglamos más de cuatro mil escuelas, con el plan Escuelas a la Obra. En Berazategui se me acercó una maestra con 37 años de antigüedad y me dijo que nunca había visto ese nivel de arreglos.

–El último índice de indigencia nacional llegó casi al 9 por ciento. Más allá de la política económica nacional, ¿qué hace o puede hacer la provincia para reducirlo?

–Ese índice mide ingresos según la Encuesta Permanente de Hogares. Dicho esto, hoy tenemos unos de los planes alimentarios más grandes de la Argentina, financiado por nosotros y por Nación. El sistema educativo bonaerense tiene 5,2 millones de alumnos. Casi dos veces la población de la Capital Federal. Un porcentaje significativo come en la escuela. Desde 2019 multiplicamos el sistema alimentario escolar por nueve. Está también el Plan Mesa, que atiende a dos millones de familias. Trabajamos mucho con los municipios. El sistema educativo es clave: tiene una capilaridad sin comparaciones con ningún otro sistema. Por eso también acabamos de lanzar un plan de atención comunitaria para ir a buscar a los pibes y pibas que se desvincularon de 800 escuelas de barrios populares y lograr que continúen su trayectoria educativa.

El fútbol y Berni

–El 19 va a completarse el partido entre Gimnasia y Boca que se interrumpió por la intervención de la policía.

–Aunque los manuales tal vez digan que el gobernador no tiene que hablar, yo lo hice. Durante la época de Macri ocurrieron hechos como los de Santiago Maldonado o Rafael Nahuel. O Chocobar. O el ARA San Juan. Bullrich debería recordar que un Boca-River durante su gestión terminó jugándose ya no en otra cancha. ¡En otro país! Repito que mi gobierno condena los hechos de violencia institucional. No los consiente. No los incentiva. No los apaña. Acompaña y acompañará a quienes están investigando, tanto en la Justicia como en Asuntos Internos. Ya hay oficiales separados y se están siguiendo los procedimientos correspondientes. El propio ministro Sergio Berni impulsa esas investigaciones. No ocultamos los problemas, porque vinimos a solucionarlos, y al mismo tiempo vemos que temas como la masacre de Monte, bajo Vidal y su ministro de Seguridad Cristian Ritondo, no estuvieron 530 días como tema principal de los grandes medios hegemónicos. La sociedad no es tonta. Vidal en campaña anunció 600 veces el famoso corredor atlántico, que es la ruta 11 convertida en autopista y la combinación con la 56. El corredor tiene 160 kilómetros. Vidal hizo 17. Nosotros concluimos la obra en pandemia, silbando bajito.

–Hablábamos de la seguridad y de Berni.

–Con los ajustes del macrismo y de Vidal los salarios públicos cayeron un 20 por ciento. Menos los de la policía, con 100 mil agentes: sus salarios cayeron un 25 por ciento. Nosotros los equiparamos a los ingresos de las fuerzas federales. Y falta. Recibimos patrulleros con un millón de kilómetros recorridos. En algún caso, un millón ochocientos mil.

Imagen: Leandro Teysseire.

–Más kilometraje que el Clio de la campaña electoral de ustedes.

–Y chocados o fundidos. Sin geolocalización. Policías con chalecos vencidos. Y no es el único ámbito en el que trabajamos. Están las cárceles, que a veces no se asocian con la seguridad. Quién sale o quien entra es una decisión de los jueces, o en todo caso de las leyes. Pero cuando asumimos afrontamos una huelga de hambre de internos por falta de comida y medicamentos. El problema es el 100 por ciento de superpoblación penitenciaria. Son 24 plazas para 50 mil presos. Si mejoramos las condiciones carcelarias va a bajar la reincidencia, que hoy es del 46 por ciento. Está comprobado que en el caso de los internos que hacen una carrera universitaria la reincidencia es casi nula. Lo mismo que cuando aprendieron un oficio.

–Renunció hace unos días el subprocurador, el número dos de Julio Conte Grand. ¿El Ejecutivo va elevar una propuesta de reemplazo?

–Por supuesto. Aunque todavía no tengo el nombre. Y queremos cubrir todas las vacantes del Poder Judicial. Lo hablé con la Suprema Corte. Todo eso requiere acuerdos, a los que por suerte a nivel provincial sí llegamos con la oposición. Para la designación en el Tribunal de Cuentas y para el presupuesto, por ejemplo.

–¿Por qué las críticas especiales dirigidas varias veces hacia Conte Grand?

–Todo el bloque de nuestro espacio político presentó un pedido de juicio político. Y hace poco Conte Grand apareció en una foto con Macri. Habría que preguntarle a él qué fue a hablar. Más todavía, conociendo la existencia de la “Gestapo” antisindical de la época del PRO. Acá la AFI abrió seis bases de inteligencia con ex miembros de la Policía Bonaerense.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/490034-maria-eugenia-vidal-ni-pisaba-la-plata